sábado, 28 de diciembre de 2013

La Del Manojo De Rosas, Muchas Rosas Y Algunas Espinas


 La zarzuela es sin duda el género que mas amo, fue la zarzuela quien me acercó a la ópera en una derivación lógica,fue la zarzuela quien me hizo amar el canto lírico, y fue la zarzuela quien me dio de comer durante muchos años. En mi vida, ha estado presente desde que un buen día con dieciséis años, decidí gastarme parte de mi paga semanal en una entrada de gallinero, para ver de que iba esto de la zarzuela. Vi una Rosa Del Azafrán, y sufrí mi primera catarsis. Desde ese momento me aficioné y con el correr de los años, ante lo que significa y significó nuestro género lírico en mi vida, la siento como algo inherente a mi persona.

El pasado día 26 me acerqué al Teatro De La Zarzuela a ver el laureadísimo montaje de La Del Manojo De Rosas, dirigido por Emilio Sagi, y que desde su estreno en 1990 hasta el día de hoy sigue siendo un referente y un ejemplo de como se deben hacer las cosas en tan difícil género. Pues bueno, a pesar de la fama del montaje, de las múltiples reposiciones, y todo lo que rodea a esta producción, el menda que suscribe, zarzuelero de pro, y que se las da de medio entendido en el tema, no había visto este Manojo, algo que en 23 años desde su estreno, creo que no tiene justificación ninguna. Tenía muchas ganas de ver esta producción, así que de muy buen ánimo, me acerqué al Coliseo De La Calle Jovellanos, buena compañía, buena música y una buena producción ¿Que mas se puede pedir para el resacón post-navideño?.




La Del Manojo De Rosas, es una de mis obras favoritas, lo es por muchos motivos, el primero, su música, de un modernidad que todavía a día de hoy sigue sorprendiendo, lo segundo su inspiradísimo libreto al que considero uno de los mejores de nuestra zarzuela, y lo tercero, la perfecta comunión entre música y escena que se da en esta obra. El Manojo junto con La Revoltosa son desde mi punto de vista, los dos mejores ejemplos de música escénica de nuestro repertorio, casualmente El Manojo bebe mucho de La Revoltosa, por tanto se trata de la casualidad menos casual que existe . Su partitura aparentemente sencilla, encierra la elegancia de lo simple, tiene gran dificultad en lo vocal, y es sin duda un claro referente de la música de Sorozabal, el último gran revolucionario del género, uno de sus mas grandes compositores, y un inmenso músico injustamente tratado por componer zarzuelas y no obras mas "serias".




Empiezo con las rosas....luego vendrán las espinas, je je je.Este Manojo,  una vez visto y disfrutado, puedo decir, que es el montaje que mas ha influido en las distintas producciones de esta zarzuela que se han realizado después de su estreno. Es la producción que mas se ha copiado en los últimos años, y sin duda es y será, porque todavía no se ha mejorado, una forma referencial de entender nuestro género lírico. Esta producción casi Viscontiniana por lo milimétrico de todos los detalles, es una gozada visual que deja el espectador con una deliciosa sensación entre nostálgica y evocadora. Literalmente nos traslada a una calle del Madrid de los Años 30, muy movida,muy real y sobre todo muy documentada. Sagi llena esta calle de pinturitas deliciosas, en las que desde jovencitas emancipadas montando en bicicletas, hasta amorosas prostitutas se pasean, con pasmosa plasticidad, creando un microcosmos, cotidiano, entrañable y sorprendentemente conseguido. Esa fachada que recuerda a La Ventana Indiscreta, con sus casitas perfectamente detalladas, da un halo de realismo perfecto, que contrasta con el poético movimiento que se desarrolla en el escenario, casi se podría hablar de realismo mágico en algunos momentos, gracias a las sublimes atmósfera propuestas por Sagi, creadas con unas luces muy logradas, cuadros plásticos muy bien resueltos, y unas increíbles transiciones entre cuadro y cuadro, que casi nos transportan a Broadway.



El elenco está muy bien. Cesar Sánchez  correcto como Don Pedro Botero, dando una visión distinta de este personaje, pero que debido a los múltiples cortes de texto, pierde mucha entidad. El papel no da para mucho en el libreto original, aquí se queda en una pinceladita, para dar sentido al texto.Pilar Torriente pasa totalmente desapercibida como Doña Mariana, haciendo una creación bastante anodina, y poco refinada, de un personaje, que necesita de una buena actriz para dotarlo de algo de empaque, ya que resulta desagradecido, y si la interpretación  no llega, todavía desluce mas. Ricardo Muñiz, correcto como Don Daniel, lástima que cante tan poco, todos sabemos la gran voz que es, sin duda uno de nuestros tenores mas importantes. Ruth Iniesta y Carlos Crooke como Clarita y Capó respectivamente , funcionan muy bien como pareja, aunque  esté mas conseguido el trabajo de Crooke, estupendo en lo vocal, y contenido en lo actoral, con esa deliciosa naturalidad que es tan característica en su forma de trabajar . Iniesta,  está infinitamente mejor en lo vocal que en lo actoral, reconozco que la visión del personaje de Clarita que se da en esta producción, no me gusta mucho, demasiado histérica para mi gusto, y un tanto superficial. Mayúsculo el Espasa de Luis Varela, toda una lección de interpretación, todo le funciona, no hay ni un solo fallo en su composición del que posiblemente sea el mejor personaje que se ha escrito jamás para una zarzuela. Su Espasa tiene mucha gracia, habla con sentido, es muy honesto en sus recursos, y deja unos cuantos de sus famosos apartes marca de Varela, metiéndose al público literalmente en el bolsillo.



El Ricardo de (valga la redundancia) Ricardo Bernal, lamento decir que ni está ni se le espera. Flojísimo en lo actoral, y deslucido en lo vocal ante un papel que no le va nada para su voz. Se vislumbró un poquito de su buen hacer en lo musical en el Quinteto del último cuadro, pero fue tan leve, ya que el papel no da para mucho, que no consigue salvar los trastos.El Joaquin de José Julián Frontal, estupendo en lo vocal, tiene un timbre muy bello y muy claro. Destaco el solo final del Duo-Habanera, sin duda uno de los números mejor resueltos en lo escénico y en lo musical de toda la función. Su romanza, debido a los desafortunadísimos tiempos que llevaba la batuta no le permitió el lucimiento que se merecía. A pesar del poco apoyo por parte del Maestro Miguel Ángel Gómez Martínez, consiguió un Joaquin mas que decente. En lo actoral está un poquito sombrón, faltándole algo de chispa, es una visión del personaje distinta, a mi no me molestó, pero a algunos no les entusiasmó.Para finalizar Carmen Romeu como Ascensión, soberbia en lo musical, no hay discusión, con una preciosa voz, unos filados de infarto y unos kilométricos agudos siempre y cuando se lo permitiese la mano, que como luego explicaré fue de lo peorcito de la noche. Romeu canta con gran sensibilidad, emociona con sus interpretaciones y tiene la partitura muy pero que muy pillada, sin duda una gratísima sorpresa, ya que no la conocía. En lo actoral está correcta, crea una Ascensión sensible, poco castiza ( Lo digo como algo bueno, hay que quitarle cierta pátina a la zarzuela), y muy cercana. Se le va el papel en algún momento, supongo que es falta de rodaje, no me molestó en lo mas mínimo, salí encantado con su creación, sin duda merece cantar mas en el Teatro De La Zarzuela.




Bueno ahora tocan las espinas....la primera y la mas notoria, la nefasta dirección musical del Maestro Miguel Ángel Gómez Martínez, tiempos imposibles, romanzas a toda mecha, que no dejaba ni el mas mínimo resquicio de lucimiento para los cantantes, un Dúo que practicamente ahoga a tenor y barítono, y un Preludio al Segundo Acto, con tremendos desajustes de volumen y un viento-metal desaforadísimo. No se hizo con la orquesta salvo contadas excepciones, como fue el Duo-Habanera. Gómez Martínez, parece no conocer lo que es dirigir música escénica, muchísimo mas preocupado por el foso que por el escenario, en vez de aunar los dos espacios, ignora uno en favor de otro. La suerte que tiene es la enorme musicalidad de los componentes del elenco, si los cantantes fuesen otros, los desajustes entre arriba y abajo serían muy notorios, por culpa de la batuta, sin lugar a dudas.




Otra espinita, es lo poco gracioso que está este Manojo, le falta un poco de chispa, La Del Manojo De Rosas es una obra de risas continuas, aquí no ocurre, e intuyo que todavía no hay la suficiente conexión en el elenco para hacer que la función sea redonda en lo actoral. El Segundo Acto está mas conseguido, fluye mas y es mas divertido. Creo que es una cuestión de rodaje, que se irá solventando según vayan haciendo funciones.




En resumen este Manojo es muy recomendable, por varios motivos, siendo su principal baza el estupendo plantel vocal, y la soberbia propuesta escénica. Se trata de zarzuela a lo grande, bien hecha, bien presentada y realizada con muchísimo criterio. Debo decir, que el Duo-Habanera, tanto por su interpretación, como por su presentación en lo escénico, es sin duda uno de los mejores momentos líricos de este año que se va. Solo por ese momentazo de ZARZUELA, así con mayúsculas, hace que el visionado de este Manojo sea imprescindible para el aficionado. Sin duda muy disfrutable, ya que las rosas son muchas mas que las espinas. Os lo recomiendo encarecidamente, la belleza plástica de esta producción sin duda la hacen muy apetecible. Si no os gusta.... pues me tiráis al Manzanares, que es un río mas castizo que un ocho y aquí paz y despues gloria.

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martes, 24 de diciembre de 2013

Feliz Navidad!!!




Feliz Navidad a todos Desde La Platea!!! Y que siga el teatro, ese maravilloso arte que tanto amamos, que tanto nos emociona, y que es el grito mudo de la humanidad. Feliz Teatro para todos!!!










lunes, 16 de diciembre de 2013

Carlota, Un Mihura Para La Maura


Carmen Maura, forma parte de mis mitos hispánicos por excelencia, me parece una todoterreno, muy particular en su forma de hacer, y sin duda una de las grandes divas de nuestro cine. Cuando hace unos meses me enteré de que volvía al teatro después de casi 30 años , y encima haciendo una obra de Miguel Mihura, pensé que se trataba de un acontecimiento teatral que había que ver. Me saqué las entradas el mismo día que se pusieron a la venta, butaca de patio, fila dos, pasillo. No quería perderme ni ripio de mi diva, pero varias dudas me asaltaban. A veces los actores de cine, incluso los mas grandes, en teatro no brillan, suelen quedar desvaídos, no se les oye, y su forma de trabajar, no llega al espectador, no es lo mismo interpretar ante una cámara, que en un teatro, donde los matices deben llegar, desde la primera fila del patio de butacas, hasta la última del paraíso, y donde el desarrollo del personaje es completamente diferente al del cine. Ayer era el gran día, iba con muchas ganas pero un tanto receloso, ¿Y si se me caía un mito? ¿Y si La Maura no estaba a la altura de mis expectativas? El morbo me podía, lo reconozco, je je je. Me encanta poder ver a los grandes, y ya son unos cuantos los que he visto. La Maura forma parte de los grandes, y forma desde ya, parte de mi historia como espectador, donde guardo a Liza Minelli, Amparo Rivelles, Concha Velasco, Nuria Espert, Adolfo Marsillach, Alfredo Kraus, Marisa Paredes, Rocío Jurado, y alguno que me dejo en el tintero, pero que sin duda están en mi memoria, y que me han hecho vivir eso que a los aficionados tanto nos gusta decir de "una noche histórica", en este caso histórica porque el hecho de ver a Carmen Maura haciendo teatro ya es un privilegio, que nunca voy a olvidar.



Consideraba Carlota  un Mihura menor, por obra y gracia de un descafeinado Estudio 1, que vi hace muchos años con Mercedes Sampietro, como la protagonista que da nombre a la obra. No me entusiasmó demasiado cuando la vi en su momento, y me pareció una rareza, muy mal ejecutada. Hablando este tema con un amigo me dijo que de menor nada y que lo que hacía falta era una muy buena actriz que la protagonizara. No se debe contar mucho del argumento, ya que no se puede destripar nada de la intrigante trama. El asunto empieza con un crimen, el asesinato de Carlota, que se va resolviendo a modo de flash-back a lo largo de toda la función donde cada personaje, va recordando momentos vividos con la renombrada protagonista. El texto es una interesante muestra de alta comedia, muy refinada, que se ríe de los estereotipos ingleses, y de la visión que tenemos del pueblo británico desde fuera. Humor muy inglés pasado por el tamiz español, una conseguidisima trama policíaca, y una deliciosa curiosidad con muchas reminiscencias de Agatha Christie en sus mejores momentos. El texto funciona a la perfección, como el mecanismo de un reloj, algo habitual en Mihura, cuya solidez como dramaturgo nunca deja de sorprenderme. Carlota es teatro comercial, sin duda, pero de calidad. No siempre es necesario ir al teatro a estrujarse las meninges sobre sesudos temas psicológicos, pasarlo bien nunca viene mal.



La propuesta escénica es fabulosa, empieza con unos cinematográficos títulos de crédito muy Hitchcock, del que soy muy admirador, y que a nada que se conozca la obra del orondo inglés, se apreciaran los guiños al Mago Del Suspense que están durante toda la función. A nivel visual la obra está muy lograda con efectos especiales muy resultones, atmósferas muy conseguidas, y una escenografía rojo sangre, mas que sugerente en un texto de estas características y donde tantos muertos hay, con mucha gracia, pero muertos a fin de cuentas. Los cambios escenográficos están conseguidísimos, y el efecto flash-back, que a priori puede parece complicado de llevar a cabo, esta hecho de forma muy inteligente. Todo está limpio, los movimientos son perfectos, y una obra como esta, bastante complicada de mover, está dirigida con mucha maestría por parte de Mariano De Paco. El montaje impacta, y encanta a partes iguales, la magia del teatro está presente, y como en un pequeño tren de la bruja, de forma muy sensorial se va introduciendo al espectador en la trama. Un diez sin duda a la dirección escénica. Y una grata sorpresa para estos tiempos de crisis, donde lo austero prima. La producción sin lugar a dudas es de primerísimo nivel, y veo difícil que una compañía privada pudiese abarcar un proyecto como este.


Vayamos a lo actoral. La función tiene un reparto muy extenso, como casi siempre pasa con Mihura, uno de los motivos por los que se suele representar tan poco hoy en día este autor.Diez actores, alguno repitiendo papel, ponen en pie esta obra, de forma impecable. El equilibrio y la buena elección de los actores por sus características físicas y actorales caracterizan este elenco. Están todos fenomenal, pero por su extensión iré a los mas relevantes. Empezaré por Antonia paso, que hace un pequeño papel, pero que merece atención, por su estupenda creación, humor muy negro en su intervención y una elegancia fastuosa, hacen que nos quedemos con su personaje en cuanto sale al escenario. Jorge Machín dobla papel, haciendo de policía y mancebo de farmacia, resulta muy creíble en ambos papeles, sobre todo en el Sargento Harris, dotándolo de una ingenuidad deliciosa. Alfonso Vallejo, está soberbio como el detective Douglas Hilton, supuesta eminencia en lo suyo, pero que no pilla una ni a tiros, nunca mejor dicho. Dota de mucho empaque a este personaje, siendo su físico una gran baza, ya que da perfectamente el tipo de respetable inspector de policía inglés. Pilar Castro, simplemente soberbia en la criada Velda Manning, uno de los bombones de la obra, mujer de agrio carácter, con reminiscencias de el ama de llaves de Rebeca, en versión loca, un personaje muy extremado y muy gracioso, que trata con sorprendente insolencia a sus señores, para regocijo del respetable.Natalia Hernandez, espectacular en una atribulada Margaret Waths, la mejor amiga de Carlota, que tiene mucho que contar en esta historia. Este personaje es uno de los mas complicados actoralmente, ya que es profundamente contradictorio y está un poco mal de la cabeza. Incluso canta un numerito, con estupenda y aterciopelada voz. Alberto Jimenez, hace de Charlie Barrington, el eternamente preocupado y asustado marido de Carlota. Este personaje es el que lleva practicamente el peso de la obra, y resulta un tanto desagradecido para el actor, ya que el esfuerzo es notorio, y tiene menos chicha que el resto de los papeles. Jimenez, crea un dinámico inglés, un tanto gris, educadísimo, y dota de mucho sentido su extensísimo texto, dando lección de dominio de la comedia, que es ritmo, ritmo y ritmo, no hay otra. Cumple con creces, y demuestra como en Doña Perfecta que sabe muy bien lo que se hace, sacando partido de un papel, que en otro actor, podría ser un muermo de mucho cuidado.



Para finalizar, Carmen Maura, como Carlota, la mujer sobre la que todo gira, y que se nombra en la función un montón de veces. Tarda un buen rato en salir, lo que acrecienta la impaciencia del espectador por ver a la estrella de la función. Maura no defrauda, da exactamente lo que se espera de ella, solidez actoral, un humor rozando el absurdo en algunos momentos, y una soberbia primera escena, que nos dejó con la boca abierta. Su personaje inquieta y hace gracia a partes iguales, mas lo segundo que lo primero, se mueve como pez en el agua en la comedia, y sobre todo es capaz de decir las frases mas surrealistas con la mayor naturalidad, dando mucho sentido a un texto bastante complicado. Es su personaje muy difícil, aunque ella lo haga muy fácil llevándolo a su terreno sin ningún problema. Cuando está en escena solo hay ojos para ella, tiene esa "luz" especial que algunos artistas poseen, y que no es pasión mía, es una realidad. Sin duda una robaescenas de las buenas, escucha y se hace escuchar sobre el escenario, y eso en una artista que se mueve a su nivel, es muy de agradecer. Verla sin duda es una gozada.



La dirección actoral es soberbia, Mariano de Paco, no da un respiro a los actores, y no da un respiro al espectador, que enseguida se mete en la historia, y esto solo se consigue a base de dar ritmo a unas escenas que si no se llevan a cabo de forma correcta, podrían hacerse un poco premiosas. De Paco, de forma muy inteligente, sabe dotar a la función del toque exacto de burbujeante comedia, para que se entre al trapo inmediatamente. No es una obra de carcajada continua, aunque si las hay. Es una comedia de sonrisa continua, humor fino y elegante que diría un cursi, y que se agradece muchísimo.
Mención aparte merecen los elegantísimos figurines de Felype De Lima ( si con "y", je je ). Las féminas están que quitan el hipo, especialmente Antonia Paso. Todo el vestuario es rojo y negro, dotando de mucho empaque visual esta refinadísima producción. De Lima se encarga también de la escenografía, y se nota. Luces soberbias, y efectos especiales muy "londinenses" que si vais a ver la función apreciaréis sin ninguna duda.




En resumen, una propuesta muy atractiva, tanto por su espléndida presentación, como por la vuelta a los escenarios de La Maura. Carlota no defrauda. A fin de cuentas el teatro también es diversión, y eso es Carlota, un divertimento sin pretensiones, pero realizado de forma impecable, con una armazón solidísimo, como todo Mihura, y una comedia a reivindicar, sin ninguna duda. Si queréis pasas un rato muy, pero que muy agradable, y disfrutar de la magia del teatro, debéis ver esta Carlota, que en mi mente quedará para el recuerdo. Si no os gusta, siempre podéis invitarme a tomar el té y poner unas gotitas de cianuro, tengo entendido que es muy efectivo para estos casos.

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jueves, 12 de diciembre de 2013

L´elisir D´amore, Los Elixires De La Playa

Soy lo que en algunos círculos operísticos se considera de gustos rancios, me gusta Donizetti, me gusta Puccini, y disfruto muchísimo con La Traviata. Esto no quiere decir que un buen Berg o Britten no me interesen, pero en la lírica por desgracia, las etiquetas se ponen enseguida, y por mis gustos se me etiquetaría dentro de los rancios. No me cierro a ningún compositor, ni a ninguna propuesta escénica siempre y cuando la propuesta sea válida y me llegue dentro, sea una Tosca o un Wozzeck, completamente convencionales, o supermodernos. Me gusta que me sorprendan, siempre que se haga con criterio, y con lógica, es decir no me considero rancio, sino desprejuiciado. Después de explicar esto, voy a romper una lanza por la propuesta de L´Elisir D´Amore, que en estos momentos se está representando en el Teatro Real y que la crítica ha recibido con bastante tibieza.
Con poquito ánimo me acerqué al Real a ver esta producción, ya que por motivos personales, ando decaído, incluso me planteé seriamente no ir, pero al final me animé, ya que es un título difícil de ver en Madrid, y que me parecía perfecto para animarme un poco. A fin de cuentas, solo puedo ver cinco óperas al año, así que ir al Real siempre es un pequeño acontecimiento, que suelo disfrutar. Incluso de las producciones mas infames, siempre se saca algo positivo. Con poco ánimo, entre curioso y escamado por la producción, y un poco desganado, me acerqué al coliseo madrileño, para disfrutar de una de mis óperas favoritas.



Esta producción de El  Elixir De Amor, se desarrolla en una playa supuestamente del Levante Español, con un toque un tanto hortera y muy colorista. Después de la apertura de telón, asistimos a un espectáculo muy conseguido en lo visual, desenfadado y sobre todo divertido. Al principio despista un poco ya que ocurren demasiadas cosas en escena y el impacto que conlleva que se alce un telón negro y aparezca esta producción casi en " glorioso Technicolor" hace que el espectador necesite un rato para reponerse. Una vez que la producción se centra en los personajes principales, la cosa ya funciona perfectamente, y el respetable entra en el código sin problemas. No entiendo como otras producciones con mas incongruencias que esta, que no respetan la esencia de los personajes y que requieren un esfuerzo mas que ímprobo por parte del espectador para creerse y sobre todo enterarse de lo que está pasando sobre el escenario, hayan tenido el beneplácito de la crítica, y este montaje, que respeta muchisimo la esencia de la obra, en la que todo se entiende a la perfección y que encima es ágil y divertido ha sido vapuleado por ciertos medios. Uno empieza a pensar, que en esto de las críticas hay intereses que se nos escapan, y hacer mas leña del Sr. Mortier, ahora que ya ha caído en desgracia, es fácil. Mortier no es santo de mi devoción, pero hay que reconocer cuando algo está bien y cuando no.



Por abono me tocó segundo reparto y estaba bastante contento con ello, sobre todo por Ismael Jordi, que me interesaba mas que Celso Albelo, que es el tenor del primer reparto. Encontré el elenco irregular en lo vocal, voces discretas y claramente insuficientes en algunos casos, pero que en lo actoral salvaban los trastos, consiguiendo que la obra se viese con agrado, y se pasase en un suspiro.  La Gianetta de Mariangela Sicilia, mas que sobrada en lo que a instrumento se refiere, timbre precioso,y con ganas de escucharla en un papel mas extenso, ya que la cosa no da para mucho. El Dulcamara de Paolo Bordogna, sin ningún tipo de duda el mas flojo de todo el reparto. Calante en ciertos momentos, exceso de vibrato, voz pequeña y  continuamente tapado por la orquesta, creo que no está cantando en la tesitura adecuada, eso si, actoralmente está delicioso, y hace una composición apoyada en lo corporal, muy creíble de un pseudotraficante playero, entre chulángano y cani, con mucha gracia. Lástima que la voz no acompañara. No terminó de convencerme el Belcore de José Carbó, de timbre vulgarote y con los mismos problemas que Bordogna en cuanto al volumen. Estos dos cantantes en los concertantes desaparecen, y se pierden como una voz mas del coro. Carbó estuvo poco refinado en el canto y no fue capaz de dotar de entidad a su personaje, correctito en lo actoral, pero sin destacar, por tanto un papel de por si bastante desagradecido pasa mas que desapercibido. La Adina de Camilla Tilling, fue de menos a mas, con un primer acto bastante anodino, que me dejó mas bien frío, y una remontada muy notoria en el segundo, destacando el Recitativo y Dúo con Dulcamara y el bellísimo Dúo final con Nemorino, que fue uno de los momentos mas bonitos de la velada.Brilló en lo vocal, demostrando su virtuosismo por las estratosferas, zona media, como parece ser la tónica de esta producción, inexistente e inaudible. Se salva por el brillante Segundo Acto que ofreció, y por lo creíble de su interpretación, con una evolución muy interesante, que permite que el espectador entienda perfectamente porque se acaba enamorando de alguien que en un principio casi desprecia. Para finalizar Ismael Jordi, fantástico en un Nemorino que le va como anillo al dedo, fue el único que dio momentos de gran lirismo a la representación, tiene un fraseo imponente, si bien la voz es pequeñita, corre mucho, y el timbre es muy bello. Dotó de gran sensibilidad la celebérrima Furtiva Lágrima, y sin duda fue la estrella de la función. Su Nemorino es tierno, cercano, creíble y encima está muy bien cantado, así que no se le puede pedir mas, me hizo disfrutar mucho. Espero que le veamos mas en Real, sin duda se lo merece.


Coro estupendo, como siempre, dotando de gran sonoridad los concertantes, y destaco el estupendo coro femenino del Segundo Acto que acompaña a Gianetta, muy gracioso y muy cuidado en lo musical. La orquesta no estuvo todo lo bien que yo esperaba, poco volumen (cosa que no me extraña ante el generalizado pequeño tamaño de las voces que había sobre las tablas) y un poco perdida al principio. Le costó a Marc Piollet hacerse con la orquesta durante el Preludio, siendo poco concisa en el sonido, posteriormente la cosa fue mejorando, pero sin ser para tirar cohetes, poca chispa y un tanto rutinaria la dirección de Piollet.


En resumen, se trata de un propuesta amable en lo escénico, muy colorista, bien presentada y muy lograda a nivel técnico. Con un reparto que acusa el eterno problema del Teatro Real, que es la ausencia de voces con suficiente entidad, como para convertir una noche correctita en una noche gloriosa. Esta producción se ve con agrado, se disfruta en algunos momentos, pero no acaba de llenar al espectador del todo, por los problemas anteriormente expuestos. Teniendo en cuenta los fiascos realeros que me he tragado, salí como unas castañuelas. La función fue muy aplaudida al final, sobre todo Ismael Jordi, sin duda el triunfador de la velada. El Elixir es una obra ligerita, sin grandes complicaciones para el espectador,y que siempre se disfruta cuando se escucha. Si os apetece una tarde de ópera agradable y entretenida os la recomiendo, están hasta el día veinte de este mes y todavía hay entradas.



Añado un video de Jordi, interpretando su famosísima aria, en otra producción de esta ópera.

Este post se lo dedico humildemente a mi abuela, fallecida el dia Nueve de Diciembre de 2013.

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lunes, 2 de diciembre de 2013

María Callas, 90 Años Con La Divina

Hoy hace noventa años que nació La Divina. María Callas, sin duda alguna es un fenómeno que trasciende mas allá de la ópera. Su forma de entender y revolucionar el canto, su atribulada vida, y sobre todo su magnetismo escénico, sin parangón en el mundo de la lírica hasta su aparición, forjaron un mito que treinta y seis años después de su fallecimiento sigue exactamente igual de vigente que después de aquella función histórica de I Puritani en Venecia. La empezó siendo una soprano mas, y cuando la finalizó ya era " La Callas ", " La Divina" y
 " La Voz De Italia". Mis sentimientos respecto a María Callas, son de absoluta reverencia en lo artístico, y de profunda compasión en lo personal. María fue mi primer contacto con la ópera. Cuando tenía diecisiete años, con mi primer sueldo me compré un reloj, unas zapatillas de deporte y un cd de las mejores arias de María Callas, ya que en aquella época andaba muy de moda (otra vez) por el 70 aniversario de su nacimiento. De aquel disco, que casi estropeé de tantas veces como lo escuché, guardo la profunda impresión que me causó el aria Un Bel Di Vedremo de Madama Butterfly, pieza que a día de hoy, sigo asociando a su voz . Si bien es cierto que tengo otras Butterfly favoritas antes que La Divina ( mi preferida es Tebaldi),  ninguna me emociona como ella en este tema. No es una cuestión de gustos, es pura nostalgia de mi juventud, y de una época de descubrimientos, que María acompañó con su voz de ángel. Sirva este pequeño blog para homenajear a una de mis cantantes favoritas, y uno de los mitos mas grandes de la historia de la música.






María llego a lo mas alto por sus múltiples facultades, poseía una tesitura amplísima que permitió que cantase, practicamente todos los papeles y estilos mas importantes de la ópera, desde Belcantismo, Romanticismo,  Verismo y por supuesto Wagner, su Brünnhilde es antológica. No me quiero dejar en el tintero su celebérrima Tosca, considerada de referencia hasta el día de hoy. Se sigue diciendo que ese papel parece que Puccini lo escribiera para ella, ya que tanto sus características como actriz, y su insuperable voz, la hacía perfecta para tan difícil rol. Realmente Callas lo que hizo fue revolucionar el mundo del canto, si bien es cierto que no era la ortodoxia pura en sus interpretaciones, fue la primera que dio muchísima intensidad dramática a la ópera. Antes de aparecer La Callas, primaba la belleza del sonido, María   con un timbre quizás menos bello que el de algunas coetáneas suyas, conseguía y consigue emocionar con su voz, como nadie lo ha hecho jamás. Yo tengo la teoría de que su tortuosa vida personal, la focalizaba en su arte, su sufrimiento interno, se proyectaba en sus interpretaciones, consiguiendo emocionar al mas pintado.




María brilló en múltiples papeles siendo referenciales los siguientes roles, Tosca, Traviata, Norma, Medea, Lady Macbeth, Elvira (Puritani), La Gioconda, Anna Bolena y Lucia Di Lammermoor, ópera por cierto bastante olvidada en sus tiempos y que María rescató del olvido, para que formase parte del repertorio habitual,  hasta la actualidad. Seguro que me dejo alguno en el tintero, pero es que la carrera de esta insigne cantante, a pesar de lo relativamente poco que se dilató en el tiempo dio para mucho. Posiblemente ese exceso de trabajo y tal variedad de repertorio mermaron considerablmente sus facultades. Su carrera en su máximo esplendor duro aproximadamente diez años desde 1955 hasta 1965, que es cuando cantó su última Tosca. La voz ya no era lo mismo, denotaba cansancio, había perdido frescura, y lo peor de todo, María empezaba a ser el juguete roto en el que posteriormente se convirtió.




El caso de María es especialmente dramático. Una persona de su sensibilidad, dependía de muchísimos factores externos a la hora de cantar a pleno rendimiento. La presión a la que estaba sometida en cada función era extenuante, ya que Callas solo había una, ella lo sabía y eso le pasó factura. Sus últimas funciones eran una tortura , y su público bastante ingrato le exigía que fuese  La Divina todas las noches,  ella insegura como era, acusaba muchísimo estos vapuleos, llegando incluso a increpar en algún momento al respetable , cantándoles directamente el "cruel te lo he dado todo", que le debería decir a Jasón durante una representación de Medea en La Scala. Automaticamente el público milanés ovacionó rotundamente a la diva.  La leyenda sobre Callas se fraguó a base de escándalos e interpretaciones sublimes, todo esto también forma parte del mito.



Su vida personal fue bastante difícil. Sus tortuosos amores con Onassis, la marcaron profundamente, y cuando la historia finalizó, Aristoteles se fue con Jacqueline Kennedy, que lo que realmente quería era su dinero, María ya no fue la misma. En ese momento empezaron los problemas con las drogas, los intentos de suicidio, y el declive absoluto de la que había sido una diosa sobre el escenario. Tuvo un acercamiento hacia al cine, interpretando a Medea en la producción homónima de de Pasolini, su interpretación fue muy alabada, pero tiempo después, hoy en día es una obra de culto, en su momento pasó sin pena ni gloria. Tuvo varios intentos de dirigir alguna ópera que tampoco funcionaron. En 1973 realizó una gira con Giuseppe Di Stefano, tenor con el que grabó innumerables óperas, pero ya nada era lo mismo, la decadencia de María era muy notoria y las grabaciones existentes de esa época son un triste documento del mal momento que estaba pasando. Su público la adoraba, sin duda, pero todo el mundo sabía que aquello era el final de su carrera.




El 16 de Septiembre de 1977 María falleció en su casa de París, por causas no del todo aclaradas, supongo que por respetar su memoria. A mi personalmente me da igual, si se fue o se quiso ir, su legado es imperecedero, y como ella bien dijo lo dio todo por nosotros. Pagó un precio carísimo por ello, que nunca se nos olvide.



Yo no soy creyente, pero siempre digo que si Dios existe, anda rondando por la garganta de María Callas. Mientras escribo estas palabras, la tengo a mi lado, me está cantando Manon para mi solito, me dice que no fume que es malo para mi salud, yo le digo, pero si tu también fumabas!!! María me sonríe condescendientemente y me dice.... ya, pero yo soy La Callas!!, y siento que la tengo muy cerquita, entiendo su sufrimiento, y está mas viva que nunca. María es, ha sido y será La Divina, La Mas Grande, y sin duda La Mas Querida. Larga vida a María.





En el lateral podéis disfrutar de un glorioso Segundo Acto de Tosca desde el Covent Garden, es uno de los pocos testimonios que existen de lo que era María sobre un escenario. Espero que os guste!!!!



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domingo, 24 de noviembre de 2013

El Malentendido, Camus Mal Entendido

Ya he comentado por estos lares mi adoración por Camus, y lo mucho que me influyó el visionado de su celebérrimo Calígula en mi postrera adolescencia. Es un autor que nunca defrauda ni en lo dramático, ni en lo literario, ni por supuesto en lo filosófico. La obra de Camus, abarca los grandes dilemas de la psicología humana, casi siempre de forma descarnada, revulsiva e inteligentísima. El caso de El Malentendido, es exactamente ese. Texto mayúsculo, con tintes de tragedia griega, gran calado social, y mensaje mas que actual. He de decir, que no conocía la obra. Me sorprendió mucho, el  que esté basado en un hecho real que conmovió profundamente al autor. Lo que aquí acontece traspasa cualquier tragedia imaginable. Antes de decidirme por este montaje leí un poquito sobre la historia, y me acerqué a Las Naves Del Matadero, dispuesto a tener una experiencia fuerte, como casi siempre me ocurre con Camus. Con un  catarrazo de no te menees, dolor generalizado y una molestísima tos, me arrastre al teatro, ya que mi interés hacia este texto iba in crescendo a medida que iba sabiendo cosas sobre el. Tristemente las expectativas estaban muy por encima de lo que presenciamos esta tarde. Esta producción, en mi humilde opinión, es un claro ejemplo de un insuficiente trabajo sobre el material original, un elenco poco aprovechado, y una superficial lectura de tan soberbio texto.







 El hecho en el que se basa la función es el siguiente. Una madre y una hija, dueñas de una pensión, se dedican a asesinar a sus incautos huéspedes para quedarse con su dinero. El hijo de la dueña de la pensión que se había ido del hogar familiar en su juventud, vuelve como adulto ya casado, para darles una sorpresa, se inscribe de incógnito y lo matan como a un huésped cualquiera, ya que no se habían percatado de quien se trataba realmente. Esta terrible historia sirve para que Camus, incida en varios aspectos de la esencia del ser humano, la frustración, la soledad, la amargura del desfavorecido, y sus pocas ganas de vivir ante la negritud de su existencia. Estas asesinas se mueven por motivaciones comprensibles, algo habitual en los textos de Camus. Sus aspiraciones son muy lícitas, salir de la miseria y tener una vida satisfactoria. Lo que no es lícito son los medios.








Vayamos al montaje en cuestión. Una cosa que me sorprendió desde el minuto uno es lo desdibujado que está el vínculo entre los personajes, las relaciones no son creíbles, como luego explicaré, el trabajo de Cayetana Guillén Cuervo funciona bien en solitario, pero no cuando comparte escena. Encuentro las interpretaciones excesivamente inexpresivas, sobre todo en la primera parte de la función. Esto hace que el espectáculo sea muy premioso, lastrando bastante el ritmo. Esta primera parte es una sucesión de textos monocordes por parte de todo el elenco, carentes de emoción, y dando poco sentido al texto. La naturalidad mal entendida sobre un escenario, da lugar a interpretaciones sin fuelle, que transmiten la sensación de poco trabajo en la construcción de los personajes, encontré excesivamente cinematográficas todas las composiciones, y la emoción no llega al espectador. Falta intensidad dramática, siendo muy notorio en el caso de Julieta Serrano, el mas existencialista de todos los personajes y que su abulia se vislumbra hasta cuando decide terminar con su vida. Esta propuesta sería válida si con ello se consiguiera revolver al espectador ante la pasividad de esta mujer, en este caso, lo que parece es que Julieta está desganada. Intuyo que es un caso de mala dirección escénica, y que no se consiguió dar el enfoque deseado al personaje, ya que la solvencia de Serrano es mas que conocida.







Cayetana Guillén Cuervo, se escucha demasiado a si misma, y poco a sus compañeros, restando naturalidad a su interpretación, sobre todo en la primera parte de la función, donde muchas frases parecen dichas sin darles ninguna importancia, y de forma muy parecida, resultando irritante el tono ,y repito el término, monocorde con el que finaliza sus textos. El vínculo madre-hija con Julieta Serrano no es creíble, y eso es un fallo grave en un texto de estas características, en su práctica totalidad basado en la relación entre ellas dos. No aprecié ese lazo de unión invisible de estas compañeras de miserias y de crímenes, y anda que no hay tela para cortar en ese asunto. Cierto es que en la segunda parte del espectáculo cuando toma protagonismo, se esfuerza y brilla mucho en su extenso y difícil monólogo, donde vemos que ha puesto toda la  carne en el asador, se desmelena, y se desprende del envaramiento del que adolece en un principio. Se salva por los pelos gracias al explosivo  final de la función, donde se vislumbra, que cuando se deja llevar, puede dar mucho de si. El resto del elenco cumple, aunque en general siguen todos con los mismos fallos de enfoque de los personajes, algo que achaco a cuestiones de dirección actoral. Falta verdad, y me da a mi que los actores han ido tirando de su intuición para sacar adelante este difícil texto. No encuentro unas directrices claras por parte de Eduardo Vasco en este tema, algo que va en detrimento de la función. Incluso el interesante papel mudo, de criado- dios, que desencadena la anagnórisis de nuestras heroínas. En su única pero importante intervención hablada, deja desconcertado a mas de un espectador, reaccionando el respetable de forma equivocada, ya que su frase de graciosa no tiene nada, y alguno reacciona con evidente hilaridad . Conociendo los antecedentes de Vasco, me sorprende enormemente que todas estas cosas se la hayan pasado por alto, y ahí es cuando me cuesta dilucidar si estamos ante un problema de dirección o de actores difíciles de dirigir.




La parte netamente escénica está muy conseguida, y ahí es donde el toque Vasco está mas que presente. El espacio, muy bien aprovechado, prescindiendo de la clásica representación a la italiana. Los espectadores rodean el escenario, y en algún momento se rompe ligeramente la cuarta pared de forma efectista,con ciertos toques Brechtianos, planteándosele al espectador directamente los dilemas mas remarcados en el texto. La escenografía de índole conceptual, estupenda, sobria, elegante, y muy evocadora. Destaco las proyecciones de agua, ese agua en el que estas asesinas se deshacen de los cuerpos de sus víctimas, y que sirve para cerrar el círculo de muertes que se desarrollan durante el espectáculo. Luces muy frías que transmiten a la perfección la atmósfera tan cruda que se respira en este insano texto. El espectáculo está acompañado de dos soberbios músicos que tocan la viola de gamba y el acordeón, de forma impoluta y bastante inquietante.



En resumen una propuesta estimable por lo arriesgado del texto, pero insuficiente en su ejecución. Excesivamente plana, superficial y carente de la intensidad dramática que un texto de esta envergadura puede ofrecer. El teatro es así, unas veces se disfruta mucho y otras veces se sale  decepcionado. En este caso, al tratarse de un autor que admiro tanto, la decepción ha sido mayor.





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martes, 19 de noviembre de 2013

Angel Garó, La Esencia De Un Artista


El sábado pasado asistí al estreno en Madrid, de Angel Garó En Esencia.En esta función  el artista linense, hace un repaso a toda su carrera, cuenta anécdotas divertidas, y da vida a todos sus personajes mas famosos. Mi pareja es fan irredento (mas que yo, todo hay que decirlo) así que ante la posibilidad de ver esta producción, no nos lo pensamos dos veces. Nos acercamos al Nuevo teatro Alcalá, que  es casi como nuestra segunda casa, ya que el sábado por la noche tocaba  Ángel Garó y el domingo por la mañana, teníamos matiné infantil con nuestra sobrina. En estos casos una colchoneta de bolsillo no viene mal, je je je. Me hubiese ahorrado el paseo hasta mi dulce hogar, y hubiese ganado horas de sueño.  Enrique IV de Francia dijo........ "París bien vale una misa", yo digo " Una función bien vale un madrugón". Ir al teatro siempre merece la pena, y ver a un artista tan personalísimo como Garó, todavía mas. El espectáculo es el, y el, es el espectáculo, no hay mas vuelta de hoja. Esto es una arma de doble filo como luego explicaré. Pero he de decir, que me divertí mucho, me reí a mandíbula batiente en muchos momentos, y salí impresionado por la capacidad de trabajo de el Sr. Garó. Hay que verlo, para creerlo, y sobre todo para recrearse con su arte.





Garó disfruta muchísimo con lo que hace, algo totalmente imprescindible, para transmitir al público, la energía y gracia que este artista imprime en su trabajo. Las peculiaridades de la sala pequeña del Nuevo Teatro Alcalá, la convierten en un espacio ideal, para un espectáculo de estas carcterísticas, donde el actor, está a escasos metros del público y practicamente desnuda su interpretación hasta la impudicia. De hecho, Angel lo repitió bastante, en la que era su primera toma de contacto con el respetable en esta sala, nos tenía tan cerca, que nos podía tocar, ja jaja. La función no deja de ser un ejercicio autobiográfico, donde el actor nos cuenta cosas de su vida personal y  artística. Destaco el tronchante primer bloque de la función, en la que un Garó en estado de gracia recita a su manera, el descacharrante poema El Conde Sisebuto, mezclándolo con historias de su infancia. Es uno de los momentos mas logrados del espectáculo, sorprende y divierte a partes iguales. Este artista se forjó en salas de fiestas, cantera de humoristas y actores, y una auténtica escuela para muchos de los mas importantes figurones del género. Este rodaje, se nota en todo el espectáculo. Esto se traduce en esa forma tan especial que algunos artistas tienen de estar sobre el escenario, como si fuera el salón de su casa, y que Angel  tiene con creces.





El espectáculo, después de una primera parte mas introductoria y autobiográfica, pasa a ser un recital de sus mas famosos personajes. Maruja Jarrón, Juan De La Cosa, Pepe Itárburi, Chikito Nakatone, y alguno que se me queda en el tintero, porque mi memoria ya no es lo que era. Su hermana Olga tambien tiene acto de presencia en el sketch de Maruchi. Es en esta parte de la función donde el actor, trabaja mas a calzón quitado y donde uno va descubriendo la esencia de sus personajes, en los que yo creo que Garó plasma una serie de  fetiches personales, de forma sutil, pero notoria, en cuanto se rasque un poquito mas allá de lo evidente. Su versatilidad es indudable, su capacidad de trabajo y su arrolladora entrega,alucinantes, literalmente se deja la piel en escena. Un simple biombo sirve para que Garó entre siendo Angel y salga siendo el personaje que corresponda en ese momento. Es un efecto muy resultón y un tanto inquietante a la vez. El humor un poco negro de Garó a veces deja ese poso amargo, que hace que nos demos cuenta de que todo está muy pensado y que los personajes no son meras caricaturas, sino una estilización de aquellas cosas que Garó pretende plasmar o criticar.




En mi labor crítica también debo decir lo que no me acabó de convencer, son como diría un zarzuelero, los deberes ingratos del cargo. El espectáculo al ser tan personalista, en mi humilde opinión adolece de falta de dirección, Garó lo monta y Garó se dirige a si mismo,trabajo de gran dificultad, ya que las dosis de autocrítica  que se necesitan son muy elevadas. Cortar en un espectáculo es muy complicado, cortarse a uno mismo es ímprobo. Es necesaria la mano de alguien que de forma imparcial y crítica, decida cuando se debe suprimir algo y hacia donde se dirige la función. Un artista no puede ni debe salir al escenario y al tenor de la respuesta del público ir improvisando,  y si se hace, se debe ser muy consciente de que no es lo mismo lo que uno siente sobre las tablas, que lo que el espectador siente en su butaca. Menos es mas....lo digo siempre, pero es que así me lo enseñaron y estoy totalmente de acuerdo. La linea tan fabulosa en la primera hora y media se fue desdibujando a medida que iba desarrollándose la función, llegamos a las dos horas y diez de las cuales veinte o treinta minutos menos, hubiesen convertido lo que nos pareció un buen espectáculo en un espectáculo sublime. Salí muy contento pero se me hizo largo, Mi acompañante salió entusiasmado, algo que pocas veces le ocurre, ya que su espíritu crítico está mas agudizado que el mío, los gustos son así, y como gustos que son, no pueden ser imparciales, je je je 





En resumen se trata de una propuesta recomendable, sobre todo por poder disfrutar de un artista con toques geniales, como es el caso de Garó, figura que debe ir mas allá del  Un, Dos, Tres, y que se merece el hueco que tiene en nuestro panorama teatral. Garó es honesto en su trabajo, vende su arte, arte peculiar, personalísimo y rozando lo sublime en algunos momentos. Eso si, no se puede poner puertas al campo, pero unas cortinitas a veces no vienen mal, y este torrente de talento, necesita que lo sujeten un poco, para que funcione al tope de sus facultades. Si vais a verle os reiréis. Hila muy fino, algún espectador se ríe del chiste anterior cuando está empezando el siguiente. Necesitamos procesar su inteligente humor, algo que  en estos tiempos donde lo obvio, tiene prominencia ante lo sutil, es muy de agradecer.



Añado un pequeño video recopilatorio de la función. Espero que os guste!!




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miércoles, 13 de noviembre de 2013

Recordando a Amparo Rivelles



Se ha ido Amparo Rivelles. Y con ella se ha ido el que posiblemente sea el último bastión del star system hispano de los Años 40. Amparo no fue solo una cara bonita de Cifesa  comparsa de aquellas acartonadas producciones de la Posguerra. Amparo fue una estupenda actriz de teatro, mujer de mucho carácter, persona muy avanzada para su época y figura indiscutible de nuestro panorama artístico. Yo la admiraba mucho, tuve la suerte de verla actuar en directo varias veces, y su sobriedad sobre el escenario, elegancia y capacidades artísticas, hacen imprescindible un homenaje en el pequeño blog que este humilde teatrero escribe, mas desde el alma que desde el criterio técnico. Adoro a La Rivelles, era la mas glamourosa, la mas señora, la mas "actriz de carácter", como se decía antiguamente, de su generación y sobre todo era un claro exponente de una hornada  de artistas inconmensurables, que trabajaron como jabatos, para llevar a buen puerto su carrera. Aquí está mi semblanza sobre la vida y arte de Amparo Rivelles. Esta hecha desde la admiración y el respeto, y sobre todo con el deseo de que quede constancia de la envergadura de esta actriz tan importante, cuyo fallecimiento se vio eclipsado por noticias del corazón que no vienen al caso, pero que tristemente definen muy bien los intereses de este país. Me niego a que su fallecimiento pase de puntillas, y si desde este íntimo espacio, consigo que quede constancia de lo que representó en nuestro mundillo teatral, me daré por satisfecho.




Amparo nació el 11 de febrero de 1925, y era casi inevitable que fuese actriz, hija de los insignes actores Rafael Rivelles y María Fernanda Ladrón De Guevara, bellísima actriz , con la que por cierto tenía gran parecido. Amparo era hemana por parte de madre de el  famosísimo Carlos Larrañaga, emparentado por matrimonio con otra saga teatral como son los Merlo, dando lugar a otra saga mas, los  Larrañaga-Merlo, pero esa es otra historia que contaré en otro momento, je je je. En fin, los lazos de Amparo con el arte de Talía son mas que conocidos, y por tanto el hecho de que Amparito saliese actriz, no sorprendió a nadie, era lo mas lógico.


 Debutó con 13 ó 14 años, no hay datos certeros sobre la fecha en que se subió a un escenario por primera vez. Lo hizo en la compañía de sus padres, dando vida a  un papelito muy corto. Dos años después ya  estaba en lo mas alto.  Cifesa  la contrató y la catapulto a la fama, con títulos tan celebrados como El Clavo de Rafael Gil o Malvaloca de Luis Marquina. Durante aquellos años trabajó con los mas famosos directores de cine del momento. La actividad fílmica no interrumpió la teatral, trabajando con Luis Escobar y Doña Lola Membrives entre otros. Cabe destacar que en los Años 50 llegó a rodar con el mismísimo Orson Welles, en una obra de culto, Mr Arkadin.





Fue precisamente en los Años 50, cuando una casual incursión en tierras mexicanas para llevar a cabo una obra de teatro, se convirtió en un exilio voluntario que duró mas de veinte años. No regresó a España hasta 1979, siendo una diosa en América, gracias a la popularidad que las telenovelas le dieron. Trabajos que no le restaron ni un ápice de prestigio, ya que siguió participando en importantes montajes teatrales y películas muy recordadas de la filmografía latina. En este periplo mexicano, nació su hija. Amparo fue madre soltera voluntaria, en una época en la que estaba muy mal visto, y dijo que nunca revelaría el nombre del padre de la niña, cosa que cumplió a rajatabla. El detalle de su maternidad refleja muy bien el carácter de esta mujer.





Después de esta época en el extranjero, Amparo volvió a España, ya con el halo de gran actriz que mantuvo hasta su muerte, centrando su carrera en el teatro, siendo Salvar A Los Delfines de Santiago Moncada, la obra con la que volvió a nuestros escenarios. Hizo pocas incursiones en el cine pero si muy cuidadas, siendo en esta época su producción cinematográfica muy prestigiosa, destaco Esquilache, de Josefina Molina, y Hay Que Deshacer La Casa, filme que le valió un Goya. En televisión por aquella época hizo Los Gozos Y Las Sombras, donde interpretaba uno de sus papeles mas recordados. El número de obras de teatro que realizó hasta su muerte es inmenso, títulos como Hay Que Deshacer La Casa, El Caso De La Mujer Asesinadita, El Abanico De Lady Windermere, Rosas De Otoño, Los Padres Terribles, La Celestina, Una Noche Blanca Con Los Clásicos, y tantos títulos mas, la hacen merecedora del título de gran dama de la escena . Fue galardonada con los mas importantes premios teatrales, desde el Mayte hasta el Premio Nacional De Teatro, e incluso nombrada Doctora Honoris Causa por La Universidad Politécnica De Valencia. Por suerte tuvo un gran reconocimiento en vida. Se retiró en 2006 con La Duda, en Santander, la ciudad que casi 70 años antes la vio debutar sobre las tablas.




Amparo tuvo una despedida discreta, tal y como lo fue su vida. Lo que nunca debe ser discreto es el reconocimiento a su inmenso arte. Arte que compartió con varias generaciones de espectadores, entre los que me incluyo,  y que gracias a ella aprendimos lo que conlleva ser una gran actriz. Amparo era una todoterreno, que abarcó un amplio repertorio, con infinitos registros y sobre todo con aquello que la hacía única, su elegancia, sobriedad y honestidad en su trabajo. Nunca fue amiga de grandes aspavientos, nunca tuvo necesidad de vender nada con trucos de cómico malo, una mirada de Amparo, contenía océanos de emociones, ESA ERA LA GRANDEZA DE SU ARTE. DESCANSA EN PAZ AMPARO RIVELLES, NUNCA TE OLVIDAREMOS!!




 Añado una anécdota para finalizar el post....En todas las producciones teatrales que Amparo participaba, siempre había una escalera en el escenario, creo que ella lo pedía, y que no era gratuito lo sé a ciencia cierta. Si alguien me puede sacar de dudas y decirme el porque de esta costumbre, se lo agradecería infinito....si no es posible, lo dejamos para la eternidad, a lo mejor ella nos saca de dudas algún día. Los grandes siempre deben estar envueltos en un halo de misterio ¿verdad?


Bola extra!!! Amparito Rivelles con su madre María Fernanda Ladrón De Guevara, esta foto forma parte de la colección del Museo Nacional Del Teatro. Me ha encantado descubrirla, y me encanta compartirla en este blog

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