lunes, 28 de agosto de 2017

Broadway, 4 Musicales en 4 Días.

Estas vacaciones me he escapado a USA, y tal como está la cartelera en Nueva York el paso por La Gran Manzana se me antojaba imprescindible. Adoro N.Y. esta es la cuarta vez que la visito y nunca me canso, su bullicio y su cosmopolitismo me fascinan, pero si hay algo que realmente me atrae de esta ciudad es lo viva que está. N.Y. hierve de vida por los cuatros costados, la oferta cultural es completamente inabarcable ya que uno siempre siente que se deja mucho por ver, y el espinoso asunto sobre que espectáculo elegir, como no se tengan las cosas claras puede resultar arduo. Para esta visita en la que vi cuatro espectáculos como el título indica, llevaba entradas para dos desde España, y una vez allí me dejé llevar. Los títulos que vi fueron Hello Dolly, Miss Saigón, War Paint y Prince of Broadway. Cuatro musicales muy diferentes tanto en estilo como en planteamiento, y en los que hubo de todo como en botica, la experiencia resultó en lineas generales la mar de satisfactoria, y para hacerme una idea de como están las cosas a nivel artístico en la meca del musical, la verdad es que ha sido muy esclarecedora.



Antes de planear un viaje a Broadway varias cosas son a tener en cuenta, la primera lo caras que son las entradas, ya que los precios de N.Y. andan bastante alejados de los precios de España y Europa en general. Una entrada de primer rango, sin descuentos ronda los 200 USD (167 EUR al cambio de hoy) pero siempre hay opciones y descuentos que se pueden disfrutar. Mi recomendación es que si queréis ver un show puntero en particular, os saquéis la entrada desde aquí a precio normal y con bastante antelación, del rango que os apetezca, y que una vez allí, si os apetece ver algo mas, os acerquéis al teatro a ver que os ofrecen el día de la función antes de la siguiente opción, que es la famosa oficina TKTS que ofrece descuentos hasta el 50% para el mismo día, no para todos los espectáculos, ojo, y siempre de primer rango, es decir esta opción no os baja de los 100 USD (83 EUR) por entrada. 



Las entradas que saqué en España fueron las de Hello Dolly! y las de Miss Saigón. Las primeras nos costaron 120 USD (100 EUR) cada una, segundo rango, fila seis de butaca de patio y perfecta visibilidad, estas entradas las conseguimos mediante una oferta de American Express que nos aplicaba un sustancioso descuento del 50%. Las de Miss Saigon me costaron 40 USD cada una (33 EUR) siendo estas de las mas baratas, bastante alejadas del escenario y de cuya visibilidad no puedo hablar, ya que al no estar el teatro lleno nos subieron de categoría y nos dieron unas butacas espléndidas en el primer piso centradas y de perfecta visibilidad, que costaban aproximadamente 3 veces mas. Para War Paint las sacamos en el mismo teatro y nos costaron 40 USD en un palco en el que si bien es cierto se perdía un pequeña parte del escenario, la cercanía de los artistas suplía con creces la visibilidad, y tratándose de una producción de tamaño medio tampoco importaba tanto. Para Prince of  Broadway recurrimos a TKTS costando cada entrada 100 USD con un descuento del 50% ya aplicado en dicho precio, en primer rango y perfecta visibilidad en el patio de butacas.



Vayamos con los espectáculos en cuestión.

Hello Dolly! se trata de uno de los shows de moda en este momento, en el que Bette Midler está arrasando, pero amiguitos a mi me tocó Donna Murphy, algo que sabía de antemano, ya que las funciones de los martes las hace la Murphy, que no es manca precisamente.
El show es una auténtica gozada de principio a fin, siendo un clarísimo ejemplo de lo que Broadway es, y lo que el género musical ofrece en todo su esplendor. Se trata de una producción completamente ortodoxa que no deja ninguna duda sobre su declaración de principios y que no defrauda al espectador por varios motivos. El primero la arrolladora energía que desprende, y que hace las delicias del público entregadísimo desde que suenan los primeros acordes de la obertura.
Con un cuidadísimo tratamiento musical en el que la vibrante partitura de Herman brilla en toda su grandeza resultando un chute de buen rollo brutal y altamente gratificante, la obra se sustenta en unos coros absolutamente impresionantes de altos vuelos líricos y que dan mucha espectacularidad a los números de conjunto, especialmente en un  "Put On Yor Sunday Clothes" completamente de infarto, así como el número que da título a la función, que nos llevó al delirio. Dentro del magnífico elenco destacan Gavin Creel como Cornelius Hackl de bella voz y timbradísimo en todo momento, así como el espectacular Horace Vandelguerder de David Hyde Pierce, que fue de lo mejor de la función tanto actoral como musicalmente. Donna Murphy brilla muchísimo en un papel que le va como anillo al dedo, y que la deja lucirse como la gran diva que es, con un típico desplante estilo Broadway y que tuvo al público rendido a sus pies durante toda la función. Murphy pone el teatro patas arriba cada dos por tres con sus ocurrencias y sus dotes de cómica nata que realmente enriquecen el personaje de una forma rotunda y altamente satisfactoria. Si me quedo con algo de su función, sin duda es con su imponente bajada de escalera de rojo y emplumada como mandan los cánones, y el soberbio "So Long Dearie" uno de mis números favoritos de la función, que Murphy bastón en ristre en la línea mas pura  del viejo Broadway, llevó a cabo de forma literalmente asombrosa. Su interpretación tiene ecos de la mejor Ethel Merman sin dejar una pequeña concesión a Carol Channig en el número mas famoso de la función. 
Dos cosas empañan un poco la producción, la primera el deslucido "Gallop" de los camareros, un tanto descafeinado, dado el altísimo nivel de la producción, y el final del primer acto que queda un tanto pobretón después del derroche (tren incluido) que supone "Put On Your Sunday Clothes".
Hello Dolly! se mueve en unos elevadísimos parámetros de calidad a todos los niveles, y si queréis vivir una noche realmente memorable este es vuestro espectáculo. Personalmente disfruté como hacia mucho que no disfrutaba en un teatro, y esta producción no hizo mas que confirmar todo aquello por lo que amo tanto al género musical.



Miss Saigon, correcta, pero... me hubiese gustado menos franquicia y mas tripa. Me explico, la función es francamente disfrutable pero adolece de la frialdad que las producciones de Mackintosh, realizadas como churros desprenden, y que pueden resultar un tanto rutinarias. Escenicamente no hay sorpresas ya que se trata del montaje del 25 aniversario, que sigue siendo eficiente y que sin duda a nivel visual sigue resultando espectacular. Uno que tuvo la suerte de ver la producción original en Londres hace 20 años, siente que el antiguo montaje tenía mas encanto que este, pero ahí quizás el factor nostalgia tenga mucho que ver y la objetividad se pierde por cuestiones ajenas al ojo meramente crítico.
Vimos la función en primer elenco, con un inspiradísimo Jon Jon Briones como The Engineer que estuvo a la altura especialmente en su numerazo "The American Dream" y cuya interpretación a todos los niveles resulta redonda. La pareja protagonista estuvo formada por Alistair Brammer como Chris y Eva Noblezada como Kim. Brammer durante la primera parte del espectáculo se merienda literalmente a Noblezada que se ve eclipsada por la rotunda presencia escénica de su partenaire, así como por su entregada interpretación, fue el único que realmente me emocionó cantando de todo el elenco. Noblezada está correcta pero reservona, aunque si es cierto que se va entonando y a medida que avanza la función el voltaje dramático de su personaje va ganando enteros hasta finalizar la función de forma mas que solvente. La encontré un poco fría y la voz no me dijo mucho, personalmente me esperaba mas, pero en papeles tan trillados y conocidos, es difícil dar con la tecla dependiendo del gusto del espectador.
Teatro sorprendentemente a medio gas, ya que la función merece mucho la pena, y se disfruta mucho. Supongo que el título ya está muy visto por aquellos lares y eso pesa. Es fácil conseguir entradas económicas para el mismo día, y se despiden de N.Y. después de navidades. La función no aporta nada nuevo, pero si este musical os gusta tanto como a mi, sin duda lo disfrutaréis.



War Paint realmente fui a verlo por mi adoradísima Patti LuPone, a la que nunca había visto en directo y para que engañaros no me pude resistir. Esta obra ha sido una auténtica sorpresa a todos los niveles, ya que el texto, gozosamente frívolo, resulta la mar de divertido, especialmente en las partes de LuPone, y visualmente de una elegancia fastuosa, ya que si bien es cierto no se trata de una producción de gran envergadura, el glamour que destila la función es mas que notable y de atractiva factura, siendo deliciosamente queer en su planteamiento. La música agradable y muy disfrutable en algunos números, de inspiración sesentera y muy cool en su orquestación, con ciertos ecos de Follies en algunos momentos. Patti LuPone comparte cartel con otra diva de altura, Christine Ebersole, siendo el resultado un festival de estas dos artistas y que sin ninguna duda no deja indiferente. La función está medidísima en cuanto a intervenciones de sus dos protagonistas, teniendo cada una el mismo número de temas musicales, su respectiva entrada triunfal en escena, y su respectiva escena de gran lucimiento, para finalizar la obra en una escena conjunta que es de lo mejorcito de la función. Para los que no sepáis de que va la función, las dos divas no se dirigen la palabra durante todo el espectáculo hasta la última escena, ya que cuenta le eterna rivalidad entre las dos "reinas" de los cosméticos Helena Rubinstein y Elizabeth Arden. La función de punzante sentido del humor, frases lapidarias y mensaje ligeramente feminista resulta entretenidísima y se pasa en un suspiro. LuPone está soberbia en su código mas puro y con la peculiar forma de cantar que la caracteriza, que apasiona y horroriza a partes iguales, dependiendo de los gustos del aficionado. Yo soy muy de LuPone por tanto disfruté como un enano y no perdí ripio de un trabajo cargado de fuerza y una entrega absolutamente encomiable en esa bomba de poco mas de metro y medio que es Patti LuPone. Ebersole mas comedida resulta el contrapunto perfecto para su compañera, resultando su trabajo de una calidad apabullante a todos los niveles, vocalmente nos encontramos ante otro prodigio de la naturaleza con ecos mas líricos que Patti y de resultados igual de espectaculares. Los dos papeles masculinos son poco relevantes y bastante deslucidos John Dosett y Douglas Sills los llevan a cabo con gran eficiencia, pero sin ninguna duda la función es LuPone y Ebersole que triunfan de plano en sus papeles y se llevan el gato al agua sin problemas. Mención especial para todas las pequeñas partes que tienen gran relevancia en la función y que resultan absolutamente deliciosas.



Prince Of Broadway, me llamó la atención ya que se trata de una retrospectiva de Harold Prince, en la que se nos cuenta su carrera en un leve hilo argumental y que sirve como nexo de unión de sus producciones mas paradigmáticas. Encontré la función francamente irregular y de escuálida factura, la ausencia de coro desluce muchísimo los números de conjunto y en líneas generales la sensación que tuve es de espectáculo apresurado y un poco hecho para aprovechar una temporada corta a costa del nombre de Price que dirige la función. No todos los intérpretes están a la misma altura ya que el repertorio que les ha tocado en suerte no es del todo adecuado, a este respecto, especialmente desabrido resultó el bloque dedicado a Evita y que interpreta una anodina Janet Dacal, que si que estuvo en su punto en El Beso De La Mujer Araña, que llevó a cabo de forma impoluta. Dentro del elenco destacan con diferencia Chuck Cooper, cuya interpretación de "Ol´Man River" de Showboat fue de impresión, así como Emily Skinner que si bien es cierto en "Send In The Clowns" resultó destemplada y con problemas de afinación, en "Ladies Who Lunch" sirvió uno de los momentos de la velada, en un número de gran fuerza y progresión ascendente perfectamente medida y de gran efectismo. Si hubo una triunfadora rotunda fue Bryonha Marie Parham, la mas equilibrada en sus intervenciones y la que mejor cantó de todo el elenco con una impresionante voz negra, de las que despeina al mas pintado, cerró telón en el primer acto con un espectacular tema central de Cabaret, y me resultó deliciosa en "Can´t Help Lovin´Dat Man" de Showboat. Parham sin ninguna duda es un pedazo de artista que la intuyo como relevo de las grandes divas actuales a poco que cuide su carrera. Mención especial para Karen Ziemba que fue una Mrs Lovett de altura en el comprometídisimo "Worst Pies In London".
En líneas generales la producción es prescindible, y fue un pequeño "error" decidirme por este espectáculo, que no deja de ser un refrito hecho con menos fortuna de la deseada, y que dados los estándares de Broadway resulta decepcionante. Me quedo con el principio del segundo acto que abre con el numero de apertura de Company, con la escenografía original, y que es de los pocos números que merece la pena en toda su extensión.

Por si os interesa la información, Hello Dolly se está representando en The Shubert Theater. Miss Saigon en The Broadway Theater. War Paint en The Nederlander Theater y Prince Of Broadway en The Samuel J. Friedman Theater.




Ir a N.Y. a ver musicales sin duda es una gozada, se aprende mucho, se disfruta mucho, y sobre todo se vislumbra la forma mas genuina de llevar a escena el que es el género madre estadounidense por excelencia, y sin duda uno siempre se queda con ganas de mas. Mi último día en La Gran Manzana estuvo cargado por la nostalgia, ya que no se cuando volveré a una de las ciudades del mundo que mas amo, y sin duda en la que mas disfruto.
Espero que os haya gustado este resumen de la cartelera neoyorquina y que si vais en breve por allí os haya servido de utilidad.
En breve empezaré con la cartelera madrileña, que la temporada se vislumbra potente!!



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