jueves, 7 de mayo de 2015

La Traviata Redentora

Hablar de La Traviata, se me antoja difícil, es como hablar de El Quijote. La Traviata, posiblemente sea la ópera mas famosa de todas, aunque esté en competencia con Carmen en este asunto, y creo que es algo que depende mas de los gustos de aquel que le da la victoria a una ante la otra, que sobre una base fundamentada.
Por mucho que algunos se echen las manos a la cabeza, y digan que montar una Traviata en el Real no tiene interés, la verdad, es que no solo lo tiene, sino que es necesario abarcar este repertorio, exactamente igual que se abarcan otros. Hacía diez años que no se representaba en el Coliseo Madrileño, y la verdad es que no es fácil verla en producción de primer nivel en mi ciudad.
Como ya he dicho muchas veces, soy espectador desprejuiciado, y poco snob, es decir me gusta La Traviata, no me avergüenza decirlo, y no solo me gusta, sino que la disfruto mucho. No es mi Verdi favorito, lo reconozco, pero La Traviata es como una vieja amiga, que siempre está ahí, reconocible, querible y emocionante como la que mas. Por tanto me alegré de la programación de este título, y no veía la hora de ir a disfrutarla al teatro. Decir que nos gusta La Traviata, no nos convierte en aficionados de baratillo, la magna obra de Verdi, posee gran cantidad de cualidades, que la convierten en piedra angular, y que da al aficionado, de la mejor manera posible, todo lo que se le pide a la ópera como género. Emotividad, belleza musical, un drama bien tramado, dificultad vocal, y que encima a poder ser, se salga del teatro tarareando una melodía. Traviata solo tiene un tremendo pecado sobre sus espaldas, para los mas snobs de los snobs, que es popular, ohhhhh tremendo y nefando pecado. Cuando la ópera se convierte en mayoritaria, según el criterio de algunos, se debe repudiar, queda muy bien decir que no gusta, y despreciarla para no juntarse con los mortales que lloran a mares con las desgracias de la pobre Violetta, disfrutan de la música y se dejan llevar por lo que realmente importa, y no aquello que envuelve al mundo de la ópera, y que tanto me repatea el higadillo.



Con las hormonas un tanto revueltas, por esta locuela primavera que nos está tocando en suerte, me acerqué al Real, con ganas de disfrutar, pasármelo bien y tener una velada sin complicaciones. Pues no solo fue así, sino que vivimos una noche de altura lírica, mas que estimable como iré narrando.



Por abono me tocó el segundo reparto, y bastante que me alegré, ya que para mi era el mejor, y una vez estrenada la función, leído lo leído y escuchado lo escuchado sobre el primero, no me equivoqué.
Espinoso tema el de los repartos, y su numeración, ¿ que criterios se siguen para decir quienes son los segundones,  o en este caso, hasta tercerones ? Supongo que prima el nombre, antes que las posibilidades canoras, pero para ser justos, visto lo visto, mi elenco merecía ser primer elenco, sin lugar a dudas. Como yo soy pobretón, y solo me he sacado abono popular, pues me alegro de que por una vez, nos haya tocado el gordo de navidad, aunque no fuese intencionadamente.



Voy con el elenco:
Comprimarios perfectos, en especial la refinada Flora de Marifé Nogales, y la muy realista Annina de Marta Ubieta, alejada de cualquier atisbo de superficialidad, que ofreció gran calidad en todas sus intervenciones.

Ángel Ódena, barítono, como Giorgio Germont.
Estupendo, atronador en el volumen, gran gusto cantando, con una fraseo impresionante, bello timbre, y muy sentido en sus intervenciones. Sus dos últimas frases, cargadas de arrepentimiento me llegaron al alma. Ódena, sirvió un templadísimo Germont, autoritario, de gran carácter, dominando la partitura desde el minuto uno, y dando el aire exacto a un personaje, que entraña grandes dificultades, tanto vocales como actorales. El célebre "Di Provenza" que suelo encontrar soporífero, fue resuelto con mucha emotividad, e impoluto crescendo, en una lectura acertada que reconozco que me sorprendió muy gratamente. Lo mejor de la noche, el Dúo con Violetta en el Segundo Acto, donde la terrenal voz de Ódena fue el contrapunto perfecto a una etérea Irina Lungu, en uno de los momentos que mas disfruto de esta ópera.
Actoralmente está mas que correcto, de gran presencia física, creando un elegante caballero, con mucha clase, y haciendo lo que tiene que hacer, mandar en sus escenas. Germont está para cortar el bacalao en sus tres grandes momentos, Ódena lo sabe, y lo hace.

Antonio Gandía, tenor, como Alfredo Germont.
Atinadísimo, Gandía ofreció una interpretación de gran belleza en lo musical, de mas que bonita voz, y estupenda colocación, nos dio un sonido de mucha calidad. La difícil y desagradecida  Cabaletta, con la que da inicio el Segundo Acto, fue sin duda magnífica, con la voz ligera, nada pesada, y sin irse al agudo tradicional aunque no escrito por Verdi, algo que a mi no me molesta en absoluto, pero que creo que al tenor de lo escuchado durante la función, lo hubiese dado sin ningún problema. Uno de los mejores momentos de Gandía estuvo en el Dúo que transcurre en el Último Acto, muy emotivo, y también se lució mucho en la parte mas dramática del Concertante, donde dio la intensidad justa para que llegara al respetable, tal y como fue concebido. El " Un Dì, Felice" del Primer acto, se vio ligeramente empañado, por la batuta, como luego explicaré, pero empezó a dejar vislumbrar lo que Gandía iba a ofrecer.
En la parte actoral, está un poco menos implicado emocionalmente que sus compañeros, pero no molesta, lo encontré bastante natural, y si bien es cierto que no es un Alfredo de gran intensidad dramática, lo suple con la por otra parte magnífica interpretación vocal.

Irina Lungu, soprano, como Violetta Valery.
MA-RA-VI-LLO-SA. Lungu es una magnífica cantante, de enorme expresividad en su voz, que transmite perfectamente todos los difíciles estados de ánimo por los que pasa nuestra heroína.
Empezó fría, algo que no se yo, si es culpa suya o de la dirección escénica, pero amiguitos, una vez que se puso a volar me dejó anonadado. La  Cabaletta, cortó el hipo, perfecta coloratura, y se fue a un espléndido sobreagudo, pleno, potente y electrizante, que a mas de uno le debió de despeinar en su augusta butaca de patio, dejando el listón muy alto en el primer descanso. Escuchando su color de voz, supuse que nos daría un soberbio Segundo y Tercer Acto, donde seguramente se sentiría mas cómoda. Efectivamente, así fue. Bellísimo Dúo con Germont, de casi irreal delicadeza, muy emotivos apartes, y gran sentido del dramatismo, atronador Amami Alfredo, largo y muy efectista, delicadísimo Concertante, que me puso muy tiernecito emocionalmente, especialmente en su solo, con una inteligente lectura dramática de lo que está cantando, que todavía ennoblece mas el personaje de Violetta, ya que no suplica, sino que consuela y redime a su ultrajador con mimo y delicadeza sorprendente. La repanocha vino en el Tercer Acto, donde nos dejó con el corazón en un puño, tanto en la intensísima lectura de carta, como en un sobrecogedor " Addio Del Passato" de perfecta integración de lo dramático con lo musical.
Lungu es una mas que solvente Violetta, que cumple perfectamente durante toda la función, con momentos de un dramatismo estratosférico, y férrea vocalmente. Hacía mucho que no veía una Violetta tan intensa, tan bien cantada y tan inteligentemente interpretada. Solo con cantar ya tiene hecho el noventa por ciento del trabajo, cuando un cantante tiene la facultad de llegar al público de esa manera, el resto va rodado, con Lungu ocurre exactamente eso. Espero verla y escucharla mas veces en el Teatro Real.
Fue ovacionadísima con gran justicia, por parte de un entregadísimo público, algo que teniendo en cuenta como se las gasta la afición madrileña, no es poco.



Coro correcto, mejor los chicos que las chicas, los toreros se meriendan a las gitanas sin discusión. Los mejores momentos estuvieron en el "Si Ridesta In Ciel L´aurora" con un soberbio final, muy conseguido, y en el Concertante, de gran belleza, y ajustadísimo en volumen y tiempos. Sus primeros números, Brindis incluido, estuvieron deslucidos por culpa de la batuta de Palumbo, pero según avanzó la función y se fue ajustando la dirección musical, la cosa estuvo a la altura.

Muy desafortunado el ballet, no por ellos, que los pobrecitos bailan muy bien, sino por lo ramplón de la coreografía que les ha tocado en suerte, ligeramente vulgar, en su tímida y poco adecuada obscenidad dado el lugar donde se desarrolla. Fue uno de los momentos menos inspirados de la producción. El momento ballet, en Traviata, pocas veces se trata bien, o se le da la justa importancia. Siempre he encontrado un poco pegote esta escena, pero viene bien para aligerar el drama, y si no funciona se acusa mucho. En este caso, no pega ni con cola, lo que se baila, ni como se baila.

La dirección musical de Renato Palumbo, irregular, con tiempos raros, y un primer acto muy mal enfocado, a toda mecha, que desangela todavía mas la ya de por si gélida propuesta escénica. Según fue avanzando la representación la cosa mejoró, y uno se queda con la sensación de que ha escuchado una versión, muy poco ortodoxa, por decirlo suavemente, pero con bastante efectismo en algunos momentos. Palumbo se olvida de una cosa, y es muy notorio, la estrella de la función se llama Giuseppe Verdi, no Renato Palumbo, y ahí radica el problema de esta Traviata, de personalísima lectura, mas que discutible y realmente desafortunada en algunos momentos. Me gustaría a mi saber, si con los otros elencos, tenía el mismo volumen en la orquesta, y que se oía sobre el escenario. Por suerte este elenco va sobrado, pero ayuda por parte de la batuta, muy poquita.



Voy ahora con la propuesta escénica.
¡Ay! los registas y sus ideas... La producción se puede considerar netamente clásica, aunque esté ligeramente transportada en el tiempo, con momentos ciertamente apolillados, especialmente en los números de conjunto, con un coro que hace de coro y nada mas, y que no ha sido nada cuidado en lo escénico. La producción tiene un acierto muy notable, y es que todo se desarrolle sobre la tumba de Violetta, el resto, pues bueno, pobretona, con un uso nefasto del espacio escénico, reducido a la mínima expresión. A ver si se van dando cuenta los directores, que para conseguir atmósferas asfixiantes no es necesario reducir el tamaño del escenario, menos mal que mi entrada es centradita,  si llega a ser en la temporada próxima, donde he sacrificado situación a cambio de ver mas títulos, me hubiese hartado a ver cortinas y decapitados. Todo se desarrolla en un espacio escénico que hubiese hecho las delicias de Morticia Addams desde el principio al final, y la producción es excesivamente sencilla para los parámetros que deben ser de recibo en el Real. Ese Último Acto, en el que solo hay una cama, queda paupérrimo, y un tanto improvisado, no llegando a los niveles necesarios, sobre todo teniendo en cuenta los precios cada día mas prohibitivos que el Real oferta . La producción viene firmada por David McVicar, pero en el programa aparece Marie Lambert como directora de reposición, deduzco yo que McVicar no vino a Madrid, ni a saludar, en fin como diría uno que yo me se... son cosas de estos tiempos. En líneas generales, esta Traviata a nivel escénico no aporta nada, y resta algunas cosas, ya que su excesiva frialdad, tétrica estética y pobre acabado, no acaba de convencer, y no despunta en la línea correcta.



En resumen, una propuesta de gran nivel musical, y decepcionante en lo escénico, que a pesar de sus desaciertos, no deja de tener su interés, y que refleja de una forma mas que digna la grandeza de la música de Verdi, y de una de las mas gloriosas óperas jamás escrita. Quedan algunas funciones, otra cosa es que queden entradas, ya que las dieciséis funciones, están teniendo un tremendo éxito de público. Como aclaración decir que las fotos, no se corresponden en su totalidad al elenco que yo vi.




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3 comentarios:

  1. Por fin, alguien con sentido común ha escrito sobre el 2º reparto....muchas gracias.....

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  2. Yo también doy las gracias porque se reconozca de una vez que el 2º elenco era el mejor y del que creo que nadie ha hablado.
    En mi opinión ya que para gustos los colores, este magnifico color de esta 2º elenco es el que se merecía haber sido retrasmitido.

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  3. Muchísimas gracias por leerme!! estoy totalmente de acuerdo en que ha ninguneado de forma injustificada a este elenco.
    Un abrazo a los dos!!

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