jueves, 27 de junio de 2019

Bollywood, Colours Of India, Pasaje A La India En Technicolor.

El fenómeno Bollywood reconozco que se me escapa. En España, la comunidad india no se encuentra tan asentada como en otros países del mundo, y nos parece algo muy remoto y ciertamente pintoresco. El hecho de que los argumentos de las películas realizadas en Bombay sean siempre el mismo, con ligeras variaciones, ya de por si nos resulta complicado de entender, algo que supongo que tendrá que ver con entender los códigos del género, y la cultura de masas en La India. La cuestión está en que la industria cinematográfica india mueve unas cifras astronómicas de dinero, y millones de personas caen rendidas a los pies de una coreografías realmente espectaculares, y en las que el trabajo que se encuentra detrás es indudable. Por tanto, digo yo, que algo tendrá el agua cuando la bendicen, y si realmente  Bollywood apasiona tanto y de una forma tan arrolladora, no es cuestión de desdeñar un fenómeno que cada vez tiene más adeptos alrededor del Globo, sino más bien de acercarse a él, con ánimo desprejuiciado y afán de aprender. Nunca había visto un espectáculo Bollywood en directo, obviamente si escenas sueltas de algunas películas, creo que como todo hijo de vecino, y siempre me asombro ante lo que veo, por su precisión casi acrobática, y su cromatismo un tanto apabullante y ciertamente exótico para el espectador occidental.
Me surgió la oportunidad de asistir a "Bollywood, colours of India" en el Gran Vía, y la verdad es que no me lo pensé dos veces, la curiosidad me podía, y ciertamente la experiencia no defrauda, como iré narrando a lo largo de esta crónica.


"Bollywood, Colours of India" viene a Madrid por segunda vez, pasando por el Gran Vía el verano pasado con gran afluencia de público, algo que intuyo que se repetirá en este pequeña temporada que tuvo su noche de estreno el pasado martes, y que estará en cartel hasta el próximo domingo.
El show, creado, coreografiado, y dirigido por el artista indio Sunny Singh, tiene un único y efectivo propósito, divertir al respetable, con una sencilla historia de amor como hilo argumental, que sirve de pretexto para una sucesión de números musicales y coreográficos al más puro estilo del cine de Bombay.
En la función se nos cuenta el clásico "chica conoce a chico" con la variedad que la chica en cuestión forma parte de una de las familias más  pudientes y poderosas del lugar, mientras que el chico es un humilde campesino, algo que obviamente a la familia de la chica no le hace ni la más mínima gracia. Después de muchas aventuras, ataque de cuernos y elefante incluido, las aguas se van amansando, con el consabido final feliz que se le presupone al género.
El show practicamente no tiene diálogos, más allá de lo imprescindible para la comprensión de la trama al principio, mientras se nos cuenta la historia con una ligera dramaturgia, en la que lo visual es el pilar en el que se sustenta todo el espectáculo.



Hablemos del elenco:

El espectáculo consta de diez bailarines más las pareja protagonista, y sirve una función de altura en la disciplina de danza, siendo cada número un auténtico desafío que va subiendo de intensidad a medida que avanza el espectáculo. Se puede hablar de perfecta compenetración en el conjunto, que no solo domina la danza tradicional india, sino en algunos casos las acrobacias, y el baile netamente urbano con reminiscencias del célebre "breakdance" en algunos momentos, siendo el resultado a este respecto altamente satisfactorio y de gran vistosidad. 


La pareja protagonista, Suresh Singh como Surya y Kritika Thakur como Radha, se encuentran a la altura de las circunstancias, siendo un auténtico duelo la función entre los dos, en la que cada uno de muestra sus facultades, estupendas es la verdad, en los complicados números que se suceden en escena. Thakur todo delicadeza y candor, resulta hipnótica con un movimiento de brazos de personalísma resolución y eficacia escénica. Su compañero y estrella absoluta del show resulta energético y entregado en grado sumo, siendo su gran baza una espléndida presencia escénica, carismática y muy bien aprovechada por nuestro bailarín, al que se le ve disfrutón, cómodo, y que se mueve como pez en el agua en las diferentes escenas y coreografías. Siendo en líneas generales el trabajo de los dos protagonistas de la función altamente satisfactorio, y dentro de los cánones a los que estamos acostumbrados en el género Bollywood. 


Vayamos con la propuesta escénica:

Suresh Singh, no se anda por las ramas, creando una show marcadamente visual, y de espíritu cosmopolita, para captar a todo tipo de público independientemente de su nacionalidad. Nos encontramos ante una producción modesta, pero bien presentada, con varios puntos a tener en cuenta, visualmente tiene momentos realmente logrados, con un buen diseño de luces que acompaña perfectamente cada escena. Nos encontramos ante un espectáculo de gran vistosidad, con un vestuario colorista y de raíz folclórica que resulta de indudable atractivo para el espectador neófito, como es mi caso. La función destila cierto encanto naif que resulta delicioso en su inocencia, y un exotismo ligeramente kitsch, obviamente a nuestros ojos occidentales, que no deja de tener su interés tanto como para el aficionado al género como para aquellos que quieran tener un primer acercamiento al universo Bollywood. 
Suresh Singh, lleva a cabo un espectáculo bien tramado, con unas escenas bien hiladas, al que quizás por rizar el rizo, le sobran un par de números que alargan un poco la leve trama argumental. El show se ve con agrado, y se mueve dentro de unos niveles de calidad más que dignos, aprovechando muy bien los recursos que se tienen, y que resulta satisfactorio en su acabado formal, dándole al respetable exactamente aquello que pretende, un sencillo divertimento, muy dinámico, con el que pasar una agradable tarde de teatro, diferente y de exótica impronta. 


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1 comentario:

  1. Hace once años (lo acabo de mirar) vi en el Arriaga a esta misma compañía, y, la verdad, me sentí un poco estafado. El espectáculo no tenía ni de lejos el nivel mínimo requerido en un teatro de esas carácteristicas. Ignoro cómo conseguirían entrar en la programación. Han pasado once años. Esposibke que hayan mejorado, tanto en el apartado de producción como en el de la destreza de las bailarinas y bailarines. Sobre todo de estos últimos. Ni siquiera me maravilló el protagonista, que ahora ni recuerdo cuál de los dos hermanos fu, si Sunny o Suresh, porque a veces se intercambian; aunque estoy casi seguro de que fue Sunny.

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