viernes, 6 de junio de 2014

Zarzuela En Esencia Y Esencial

Las antologías de zarzuela, me gustan, pero se trata de un espectáculo bastante complicado de poner en pie por varios motivos. El primero, el repertorio que se elige, lo mas fácil es tirar por lo de siempre, no arriesgar, y repetir el mismo espectáculo ya visto  " cienes y cienes" de veces, por distintas compañías, de diferente nivel, que no son mas que un pálido reflejo de lo que fue Tamayo. Como diría el Espasa de La Del Manojo De Rosas, que error mas Craso, César y Pompeyo. Este tipo de antología me aburre soberanamente, la encuentro carente de creatividad y no me suele interesar, ya se sabe que las imitaciones no suelen superar al original. Después de esta exposición entronco directamente con el segundo motivo. La línea del espectáculo, una antología para que funcione tiene que ser fluida, sorprendente y sobre todo entretenida, ya no vale lo de siempre, el espectador está cansado de ver espectáculos acartonados, pasados de moda y que hoy en día ya no tienen razón de ser. Y por último lo mas importante, las voces. En un espectáculo de estas características lo que prima es la música, por tanto el plantel vocal debe ser muy solvente para llevar a buen puerto el espectáculo. 
Me surgió la oportunidad de asistir al estreno de Esencia De Zarzuela, un espectáculo que me resultaba muy interesante, ya que el elenco y el equipo creativo que está detrás de esta producción me daba las suficientes garantías para que la propuesta me pareciese atractiva. No me equivoqué, estamos sin duda ante un gran espectáculo, muy honesto en su propuesta y tremendamente efectivo en su ejecución. Se trata de un espectáculo de pequeño formato, acompañado al piano que llega al aficionado ante el elevado nivel artístico que ofrece.




Esencia De Zarzuela, está dividido en varios bloques muy diferenciados, pero muy bien hilados. Empezamos de forma clásica con el Barberillo De Lavapiés y la Polonesa de El Barbero de Sevilla. Continuamos con un extenso bloque dedicado a Luisa Fernanda en sus pasajes mas bellos, para continuar con dos números de opereta, Benamor y El Rey Que Rabió, que aunque considerada zarzuela, es mas cercana a la opereta. La función continúa con un bloque castizo donde se canta La Del Manojo De Rosas, Los Claveles, Doña Francisquita, y se cuela en medio La Tabernera Del Puerto de una forma asombrosamente bien introducida. Y para finalizar un bloque andaluz, que se inicia con una de las Danzas de La Vida Breve, pasando por Los Dos Ciegos, La Tempranica, Las Hijas Del Zebedeo, El Gato Montés, el Fandango de Doña Francisquita, y como colofón el Brindis de Don Gil De Alcalá.



Vayamos con el elenco.

Muy cuidado, solvente y en lineas generales muy homogéneo, algo que yo siempre agradezco.
 Antonio Torres, barítono de poderoso agudo, voz grande, muy redonda y con ciertos ecos de Carlos Alvarez, ofreció una función espléndida. Brilló especialmente en la romanza " Luché la fe por el triunfo " de Luisa Fernanda, el Dúo de la misma obra y el Brindis de Don Gil De Alcalá. Torres ofrece mucha intensidad en sus interpretaciones, gran efecto dramático y mucho gracejo cuando la interpretación lo requiere. La voz está  muy hecha , tiene un fraseo impoluto, y sobre todo siente mucho lo que canta. Se trata de una voz de barítono puro, algo difícil de encontrar y que vale su peso en oro. Conozco el trabajo de Antonio Torres desde hace mucho tiempo y su evolución es fantástica, encontrándose en uno de sus mejores momentos vocales.

Julio Morales, tenor ligero pero con centro, que tiene su fuerte en los agudos, y los bellísimos pianos con los que nos deleitó especialmente en el dúo " Subir, subir " de Luisa Fernanda, y una magistral versión del " No puede ser " de La Tabernera Del Puerto, que finalizó de forma brillantísima. La romanza le va como anillo al dedo y saca el máximo partido a la pieza. Estuvo también muy atinado el el dúo con La Beltrana de Doña Francisquita, que fue uno de los momentos mas intensos de la función. Morales posee un timbre precioso y una voz que corre muchísimo. Voz muy a tener en cuenta, si señor.

Elisandra Melián, ligera con coloratura, ofreció momentos espectaculares, especialmente en La Polonesa de El Barbero De Sevilla y en la Romanza De Rosa de El Rey Que Rabió, del mismo modo y a pesar de ser un papel que no sería el mas idóneo para su tesitura, canto un Dúo-Habanera de La Del Manojo De Rosas absolutamente delicioso. Melián canta con muchísimo gusto, tiene un bello fraseo y una voz que es cristal puro. Se mueve sin el mas mínimo problema en la coloratura, dando unos filados muy interesantes y con pasmosa facilidad. No la conocía y me sorprendió muy gratamente, ya que ofreció un canto muy refinado y de mucha calidad, con un timbre muy bonito que llena de armónicos un auditorio tan seco como es el Fernán Gómez en el que es tan dificil  conseguir que la voz corra. Melián lo consigue sin problemas, para mi fue la sorpresa de la noche.

Para finalizar, María Rodríguez, soprano, absolutamente soberbia. Todas sus intervenciones fueron de aúpa, gran dramática, interesantísimos graves, afinación perfecta y una voz grande y poderosa que se desborda en un derroche de talento. Rodríguez se lo canta todo, El Barberillo De Lavapiés, Luisa Fernanda, Los Claveles, La Beltrana de Doña Francisquita, las Carceleras de Las Hijas Del Zebedeo y el Dúo de El Gato Montés, auténtico tour de force para cualquier soprano. Su entrega es total, y su fuerza en escena apabulla. Rodríguez es una de las grandes de nuestra lírica, lo tiene todo, tanto como cantante, como actoralmente. Todas sus interpretaciones ofrecieron gran dramatismo cuando la partitura lo requería y desparpajo y gracia cuando de ello se trataba. Especialmente brillantes fueron Los Claveles, el Dúo de Doña Francisquita y las difíciles Carceleras. María Rodríguez las da todas, conoce muy bien el género y sus códigos, y se mueve como pez en el agua en una función que disfruta al máximo para que el respetable disfrutemos con ella. 




Mención aparte merecen los bailarines Francisco Guerrero y Cristina Arias, responsable también de las coreografías. Nos ofrecieron una Danza Del Fuego de la opereta Benamor con aires muy Lorquianos, estupendos en el zapateado y muy alejado de lo que habitualmente se suele hacer con este número. El Paso A Dos de La Vida Breve se ofreció en unos parámetros mas tradicionales, de impecable ejecución y donde Guerrero, recuerda mucho a Antonio. Para finalizar interpretaron un refinadísimo Fandango de Doña Francisquita, con un exquisito juego con un mantón de Manila, que convirtió en filigrana un número habitualmente cargado de fuegos de artificio. Un diez para el trabajo coreográfico y para los bailarines.



Para finalizar, la dirección musical de Celsa Tamayo, que es también la pianista de la producción.
Tamayo hace una lectura exquisita de cada cantable, muy matizada y de gran efectismo. Se nota el trabajo realizado con cada cantante, y el aire de cada pieza es perfecto, los atinadísimos tiempos y matices hacen que cada número se pase en un suspiro, con lecturas interesantes y que a pesar de lo conocido de las piezas, no cae en manidos efectos. Se trata de una lectura seria y muy estudiada, que acompaña perfectamente los juegos escénicos. Como pianista soberbia, siguiendo a los cantantes a la perfección, las da todas sin el menor problema. Otro diez para Tamayo.


Vayamos ahora con la propuesta escénica, elegantísima y muy cuidada. Luis Olmos sirve un espectáculo sencillo que como su propio nombre indica va a la esencia del género. La función se sustenta en unas acertadas proyecciones y unas estupendas luces que sirven para dotar de mucho empaque lo que acontece en escena. Olmos huye de cualquier convencionalismo a la hora de plantear la ejecución de los cantables, especialmente en La Primorosa, muy casquivana y nada cursi.  Encontré muy atinado el tratamiento de la Romanza de Los Claveles en clave Verista, y ambientada en los bajos fondos, que entronca perfectamente con el Dúo de Doña Francisquita como si del mismo personaje se tratara. También está muy bien resuelto el último cuadro de índole mas festivo y que finaliza el espectáculo de forma redonda. La línea que ofrece Olmos es perfecta, todos los números discurren con gran naturalidad y alejados de cualquier acartonamiento. Se trata de una propuesta distinta que sorprende y agrada a partes iguales, con una estupenda dirección de los cantantes en cuanto a las premisas escénicas, ruptura con lo establecido, y conocimiento absoluto del recorrido que un espectáculo de estas características debe tener.



En resumen una propuesta altamente recomendable, dado su cuidado plantel musical, y su novedoso formato. Este espectáculo ofrece gran calidad de forma asequible, y estoy convencido  que hará las delicias del aficionado. Se pasa en un suspiro, está realizada con mucho criterio, amor y sobre todo como su propio nombre indica va a la esencia de la zarzuela, buenos cantantes, gran efectismo teatral y una concepción del género muy adecuada para los tiempos que corren, dignidad y calidad, dos cosas imprescindibles para que nuestro género lírico permanezca vivo. 

Y como siempre para finalizar...Viva La Zarzuela!!!!

*Si alguien considera que alguna de las imágenes utilizadas en este blog, está protegida por copyright, ruego que me lo comunique para retirarlas a la mayor brevedad posible

2 comentarios:

  1. Excelente como siempre tu crítica. Me fío te ella porque eres un entendido. Pero también quiero resaltar tu perfecto estilo para expresarte , la minuciosidad con que describes el contenido y continente de esta nueva puesta en escena de una antología de zarzuela que sale airosa de todos los tópicos para surgir grande, cuidada, perfecta. Por supuesto que iré a verla. Basta que a ti te haya gustado para que yo acuda confiada y feliz a admirar, una vez màs, y en todo su esplendor, nuestra más bella joya musical, LA ZARZUELA

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    1. Muchísimas gracias Olga!!! me vas a poner colorado!!!! un beso enorme!!!

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