viernes, 5 de octubre de 2018

Katiuska, Noche Hermosa...

Por fin llegó el evento musical del año, y ayer se inauguró por todo lo alto la temporada 18-19 de la Zarzuela, siendo la de ayer una velada absolutamente memorable, y que estoy seguro que los presentes no la olvidaremos nunca, ya que muchas cosas hicieron que lo ocurrido ayer en la Calle Jovellanos se pueda considerar algo inaudito para nuestra zarzuela en los tiempos que corren.
Hace unos meses me llegó el rumor de una Katiuska con Ainhoa Arteta a la cabeza, y la verdad es que no le di mas valor que el de un rumor, y al poco tiempo se confirmó la realidad. Arteta cantaría Katiuska en octubre, con Carlos Álvarez como Stakof, y Jorge de León como el Príncipe Sergio. Desde ese mismo momento, el interés por la función fue máximo, siendo indudablemente la gran baza un elenco cargado de estrellas de renombre internacional, y francamente, pocas veces igualado en nuestro querido Teatro de La Zarzuela. Hay que decir que Maite Alberola y Rocío Ignacio también se encuentran como sopranos titulares del rol principal, así como Ángel Ódena y Alejandro del Cerro en los roles de barítono y tenor respectivamente. 
Ayer todos los que disfrutamos de ésta Katiuska, incluso aquellos que lo hicieron desde sus casas ya que se emitió vía Facebook, fuimos conscientes de ser testigos de una velada histórica, y que será recordada durante muchos años. El estreno de ayer ya forma parte de mi particular historia como espectador, y creo que de la de muchos de los presentes.



"Katiuska, La Mujer Rusa" aunque la segunda parte del título se quedó por el camino en algún momento pasando al repertorio como "Katiuska" a secas. Denominada como "Opereta en dos actos, en prosa y verso" con música de Pablo Sorozábal y libro de Emilio González del Castillo y Manuel Martí, fue estrenada en enero de 1931 en el Teatro Victoria de Barcelona. El estreno de Katiuska propició una de las anécdotas mas jugosas de toda la historia de la zarzuela. La música fue muy aplaudida pero no el libreto, que se mostró muy deficiente. Al día siguiente del debut Sorozábal se encontraba, bastante taciturno por el decepcionante estreno, en un café de la Ciudad Condal mientras un limpiabotas le daba lustre a sus zapatos. El limpiabotas reconoció enseguida al maestro y le comentó que había estado la noche anterior viendo la función, y que no le había gustado nada la historia. Sorozábal, que era muy largo, fue sonsacando al buen hombre sobre lo que el habría puesto para que le gustara, tomó nota mentalmente de todo, y acto seguido llamó al libretista para que cambiara la historia, volviéndose a estrenar con un libreto nuevo (igual de malo que el original, pero mas del gusto del respetable) triunfando de plano nuestra obra en su nueva versión. 




Sorozábal compuso una obra bellísima, de excesiva inspiración en el folclore ruso, algo que incluso alguno llegó a denominar como plagio, no sin falta de razón, ya que algunas melodías son calcadas de algunas de las mas famosas canciones populares rusas. Realmente lo que planteo no importa ya que la obra es de una belleza arrebatadora, y de un lirismo acentuadísimo en la mayoría de sus números, con momentos muy atmosféricos, y una partitura de gran sensibilidad en su concepción musical y que ofrece algunos de los mejores pasajes de nuestro repertorio, siendo el resultado de gran altura musical y un título de melancólico acabado, que emociona por su belleza.



La Katiuska que actualmente se representa en el Teatro de La Zarzuela, se hace en versión libre, sin decir el programa de mano a quien corresponde la poda, perdón, versión del texto. Hablemos de cortes, ya que en este caso es inevitable hacerlo. Los diálogos son una de las señas de identidad de la zarzuela como género, no es de recibo cercenarlos en practicamente su totalidad, y en esta versión desde la salida de la soprano principal se ha "operizado" la obra, convirtiéndola en una sucesión de números apenas hilados por un breve argumento, en el que se han suprimido personajes, en algunos casos de gran importancia; como es el caso del Conde Iván, y el comisario del Soviet que resuelve el conflicto al final de la obra, en un hablado sobre música francamente estimable. Por otro lado los personajes no tienen un desarrollo lógico, por mucho que Katiuska en su texto original de lógica no tenga mucho, y nos cuesta creernos su evolución, que va a trompicones y sin justificación alguna. Hay que limar textos, modificarlos, adaptarlos, y en un caso como el de Katiuska este trabajo debe ser todavía mas exhaustivo, pero lo que nunca debemos hacer es renunciar a que la zarzuela sea zarzuela, se debe afrontar sin complejos y con respeto. Quien no conozca Katiuska, después de haber visto la función sigue sin conocerla.






Vayamos con el elenco, un prodigio fuera de discusión.


Todos los secundarios de la función se encuentran muy adecuados en sus respectivos papeles, cargados de oficio, y en el código exacto que la función pide. Amelia Font como Tatiana, rotunda y lapidaria, con un monólogo inspiradísimo y cargado de picardía. Enrique Baquerizo como Amadeo Pich, bastante desaprovechado, ya que su solvencia es indudable, pero su papel ha quedado tan escuálido debido a los cortes que se resume en apenas tres chistes, muy bien colocados es cierto, pero sin entidad como personaje dentro de la función. Emilio Sánchez y Milagros Martín, como Boni y  Olga respectivamente, cargados de frescura, luciéndose más Martín que Sánchez, ya que los rigores de la tijera han sido menos inclementes con Olga que con Boni. Finalmente Antonio Torres como Bruno Brunovich, en un estupendo momento vocal, y cumpliendo de sobra en un papel para el que va sobrado de facultades. La conexión entre todos los personajes secundarios es magnífica, llevando a cabo un sólido trabajo actoral, y mas que solvente trabajo musical, donde todos los cantables se vieron resueltos con gracejo e impecable tono vocal, como mandan los cánones del género.


Jorge de León, tenor, como Sergio. 

Nuestro tenor sirvió una velada marcada por unos espectaculares agudos que son dados con una facilidad asombrosa, y potente volumen. El Sergio que se nos planteó es de poderoso acabado, impactante por momentos, aunque con algunos problemas en la línea de canto, y una desigual colocación que le afeó un poco el sonido en el principio del concertante, donde una ligera nasalidad me hizo temer lo peor, pero que posteriormente se vio corregida. En líneas generales, y salvo los matices, que arriba cuento, que no son en absoluto definitorios de la totalidad del trabajo, De León cumple sobradamente en su cometido, y nos deslumbra en no pocos momentos.

Carlos Álvarez, barítono, como Pedro Stakof.
Álvarez llevó a cabo un impresionante trabajo, férreo a todos los níveles, y de espectaculares resultados. Varias cosas son a tener en cuenta en la voz de nuestro barítono, su técnica increiblemente buena permite que todo fluya de forma natural, y que en ningún momento la voz suene forzada, incluso en la zona mas aguda, que en Stakof en algunos casos no es ninguna broma. Álvarez pleno en su instrumento, noble en el canto, y tremendamente expresivo, dio muchos momentos de altura en la noche. Tanto en las pasajes mas líricos, como en los mas heroicos, nuestro barítono da todo lo que tiene con calidad y entrega. La voz es indudablemente atractiva, rotunda, brillante y con una capacidad para conmovernos realmente superlativa. Dentro de una interpretación tan redonda debo destacar su romanza inicial, y el célebre "La mujer rusa", que pusieron patas arriba al teatro, así como el dúo con Katiuska en el que tanto Álvarez cómo Arteta, salieron literalmente a matar. Álvarez ofrece un canto apasionado, robusto y de gran belleza que a mi personalmente me fascinó y emocionó a partes iguales.

Ainhoa Arteta, soprano, como Katiuska.
Arteta plantea una Katuska de ecos operísticos y corte preciosista, tremendamente efectiva y de gran expresividad. Varios puntos marcaron su trabajo, el uso de los filados es notable, el fraseo espléndido, así como el legato, y unas notas resueltas de forma exquisita con unos pianos excelentes, larguísimos y que traspasan la sala como un cuchillo. La voz es enorme, el centro potentisimo, y se encuentra en una esplendorosa madurez vocal, que resulta muy gratificante para el espectador. Sin duda la lectura de Katiuska que Arteta hace es muy personal, y huye del término "zarzuelero" siendo el resultado superlativo y de inolvidable factura. Si lo que planteo no parece bastante, a ello se debe añadir el maravilloso porte de nuestra cantante, que luce poderío y hechuras de gran diva en escena, dicho en este caso en el mejor sentido de la palabra.



Coro Titular, dirigido por Antonio Fauró.Correctos y muy matizados, en una función poco comprometida para el coro, aunque si de gran belleza. El número con el que comienza fue interpretado con gran sentido del dramatismo, y el concertante resultó muy espectacular y de refinada factura. 

Guillermo García Calvo al frente de la OCM, ofreció una inspiradísima lectura, en la que primaron unas elaboradas dinámicas, cuidando mucho a los cantantes, y dando a cada momento el volumen perfecto para lo que Sorozábal quiso contar. Acertadísimo en los tiempos, supo perfectamente dar el toque lírico, casi melifluo de algunos pasajes, con gran sensibilidad, así como una progresión dramática muy conseguida, y de gran profundidad en el sonido. La lectura de García Calvo engrandece la partitura de Sorozábal y aprovecha al máximo el sensible material compuesto por el compositor donostiarra, resultando el complemento perfecto para el elevadísimo nivel que había en el escenario. Me gustaría hacer una mención especial a la Rondalla Lírica de Madrid "Manuel Gil" con Enrique García Requena a la cabeza, que dota de un delicioso exotismo al espectáculo.



Emilio Sagi, a la cabeza de la función en las labores de regista, cortes aparte, sirve una función elegante, bien dirigida en los cómicos, muy dinámica y que funciona a la perfección como estilización de Katiuska, si nos planteamos la obra como una píldora en la que se concentra la obra en su mínima expresión. Nuestro director se sirve de unas imágenes de gran fuerza evocadora, en la que una poética visión de una realidad muy dura, maravillosamente planteada en la espléndida escenografía de Daniel Bianco, sirven de lírico reflejo de una Rusia arrasada. Sobre las ruinas de la Revolución Rusa se erige un pequeño reducto de bucolismo, tocado pero no hundido por lo que lo rodea, y ahí se desarrolla este cuento de hadas que es Katiuska, en el que todo transcurre de forma vertiginosa, perfectamente transitada, y lo que es mas importante, sin que el ritmo decaiga en ningún momento. ¿El reto? hacer eso pero con texto, si se consiguiese, la función sería redonda. Sagi se aleja del drama desaforado para entrar en los vericuetos del glamour hollywoodiense, en este caso completamente justificado, y donde algunos cuadros tienen una belleza arrebatadora, y planteándose esta Katiuska cómo un divertimento delicado como una porcelana, y leve, muy leve en lo dramático. Me gustaría hacer una mención especial a las luces de Eduardo Bravo, en la excelente línea a la que nos tiene acostumbrados. 



En resumen, una función de alto voltaje en lo musical, que me emocionó en no pocos momentos, y en la que el inigualable plantel artístico consigue transportarnos a aquellos años dorados de la zarzuela, tan bien registrada en diferentes grabaciones. Esta Katiuska engloba lo mejor que a nivel musical nuestro género lírico puede ofrecer, y se justifica en si misma para que podamos entender porqué la zarzuela era un espectáculo de masas hasta no hace tanto tiempo, y que si se quiere, podemos situarla de nuevo en el lugar que se merece. Sin duda la de ayer fue una "Noche hermosa", que dice nuestra princesa de sangre imperial, para todos los aficionados a la zarzuela.

*Si alguien considera que alguna de las imágenes utilizadas en este blog, está protegida por copyright, ruego me lo comunique para retirarlas a la mayor brevedad posible. 

3 comentarios:

  1. Me encantó Katiuska, pero sigue siendo La Tabernera del Puerto, mi Zarzuela preferida del Maestro Sorozábal. Bravo a todos por una "Noche Hermosa"! Y gracias al Teatro de la Zarzuela por transmitirlo por Facebook!! Que sigan difundiendo a nivel mundial.

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  2. Me encantó la critica. Sobre todo la exposición sobre la protagonista, Arteta. Todo un lujo de crítica. Gracias nuevamente por este regalo descriptivo.

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  3. Muchísimas gracias por vuestros comentarios!

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