El Barbero De Sevilla, es una joyita del Género Chico, que se representa poco, algo no muy entendible, tanto por la celebre Polonesa, pieza de concierto insigne de cualquier soprano lírico-ligera, como por su inspirádisimo libreto que como juguete cómico no tiene desperdicio. Conocía bastante bien la partitura, que no me resulta especialmente interesante a no ser por la famosa Romanza y un Dúo con ciertos guiños al aficionado a la ópera que tiene bastante gracia, pero nunca la había visto representada, aunque lo gracioso de su enredo es legendario en el mundillo zarzuelero. Por tanto se me hacía muy interesante la propuesta que la Compañía Lírica Ibérica está perpetrando ( al menos hasta hoy, ya que han finalizado ya la temporada ) en el Teatro Marquina. La obra está muy bien tramada desde su principio, metiendo al espectador en un bucle de equívocos muy bien resueltos, que finalizan con un explosivo final, muy teatral y que tiene mucha gracia. La cosa va de una chica que quiere triunfar en la lírica, su padre se opone porque está liado con una soprano y no quiere que se descubran sus escarceos extramatrimoniales, y finalmente por azares de la vida, acaban todos coincidiendo en un bolo en Burgos, para representar la ópera que da título a esta zarzuela, con el consiguiente follón, que culmina en una escena de tres camerinos separados donde se suceden los distintos avatares de cada parte de este enredo. Con ganas de reírme me acerqué al Marquina, y expectante ante un título nuevo para mi, algo que siempre me resulta atractivo. La experiencia fue la mar de satisfactoria como iré relatando. Tarde muy agradable de teatro, sin complicaciones, y mas que dignamente representado.
Vayamos con el elenco, bastante amplio, y en general homogéneo. Iván Nieto Balboa y Victor Trueba, dan vida a dos periodistas, muy atinados en lo vocal, afinaditos y empastados en el Concertante, su papel no es muy extenso, pero están correctos, algo que es de agradecer, no hay nada que chirríe mas que un secundario flojo cuando el resto del elenco está bien. Rafael Alvarez de Luna da vida a Benito, el compañero de líos de el papá de la artista, está perfecto, da la dosis justa de caradura y comicidad a un personaje que si hubiese sido perpetrado por otro actor quedaría deslucido, Alvarez De Luna, aporta oficio y sabe medir muy bien los tiempos en escena, ejemplo claro de actor muy físico, con gran vis cómica y que nunca falla. Axier Sánchez da vida a Martín, novio de la protagonista de la obra , el papel es un tanto deslucido en lo vocal, Sánchez cumple, pero donde se bate el cobre es en la parte actoral, muy galán, con momentos francamente cómicos, y muy bien dirigido, hace un pareja perfecta con su novia en escena, existe muy buena química entre los dos y así se aprecia desde el patio de butacas. Carlos London da vida a Bataglia el profesor de canto de la futura diva, al que los papás de la niña se empeñar en llamar Batalla durante toda la función. London nos regaló una Calunnia de Il Barbiere, como añadido, francamente espectacular. Bajo puro de voz grande que las da todas, en los momentos de conjunto supo dotar de gran sensibilidad a sus partes cantadas, algo que va en total consonancia con su papel. Papel que encontré muy bonito tanto por lo que dice como por lo que hace, dotando a este profesor de un sutil " refinamiento" nada obvio, pero que leyendo entre lineas subyacen unas cuantas cosas la mar de interesantes. José Luis Gago da vida a Don Nicolás, el padre de la criatura, personaje hipocritón ,cobarde y un poquito calzonazos, cuyas calaveradas mas que satisfacción le causan disgustos. Gago se desenvuelve como pez en el agua en la comedia, sin duda es uno de los grandes caricatos del momento, que aporta un trabajo con enfoques siempre interesantes y con calado en lo actoral. Está soberbio en un papel hecho a su medida, las da todas y el público entra al trapo solo. Conozco mucho su trabajo y su forma de trabajar, y si alguien sabe como respira el público ese es José Luis Gago, siempre buscando y siempre jugando, labor primordial en un actor. Ana María Ramos da vida a La Roldán, la amante de Don Nicolás, diva operística a la antigua usanza. Vocalmente tienes algunos problemas de colocación y para atacar el agudo, algo que en las mezzosoprano es bastante habitual, y no soy capaz de encontrar la explicación. Correctísima en lo actoral, muy graciosa y muy guapa, el terceto que canta está muy bien montado y se mueve estupendamente en escena. Marta Moreno deliciosa como Casimira " La madre de la artista " hace una andaluza un poco bruta que solo vive por los ojos de su niña, papel precioso, muy gracioso y un Mihura de órdago, porque es difícil de llevar a cabo correctamente. Una actriz de las carcterísticas de Moreno es perfecta, graciosa, gran presencia escénica y mucha retranca. Está soberbia sin lugar a dudas. Moreno es otra todoterreno que abarca todos lo géneros y siempre cumple. Conoce el oficio perfectamente y así quedó patente en la función, sus mutis son gloriosos ( siempre lo han sido ) actriz de carácter, versátil como ella sola y estupenda cantante además. Helena Abad da vida, valga la casi-redundancia, a Elena la protagonista de la función y la que tiene la parte mas comprometida en lo musical. Abad está fantástica, posee un bello timbre de lírico-ligera puro, de bellos armónicos y que se cantó un Me Llaman La Primorosa, magnífico, y no solo en lo vocal, sino también en lo actoral, durante la Romanza hay un recorrido muy interesante sobre las inseguridades de la debutante que se va creciendo a medida que la Polonesa avanza, labor indiscutible de dirección de escena. Está deliciosa y su físico resulta perfecto para este papel, un gran acierto sin duda la elección de Helena Abad, que fue la que mas se lució en la parte musical, como le corresponde a la obra.
La propuesta es sencilla, pero cuidada, muy digna, y bien presentada. El enredo se las trae, y la obra es bastante complicada de poner en pie. José Luis Gago que también dirige la escena, consigue dos objetivos fundamentales, lo primero que se entienda todo lo que ocurre, ya que el torrente de información que recibe el espectador, si no está muy bien medido no tendría gracia ninguna en su resolución final, y lo segundo el ritmo. La comedia es ritmo, y los tiempos son perfectos. La obra está llena de pinceladitas " Marca José Luís Gago " que perfilan a cada personaje y gags muy efectivos. Escenicamente está muy bien resuelta, todo fluye a la perfección y la famosa escena de los camerinos es estupenda, girando un poco a lo conceptual, y apoyándose en la inteligencia del público, se entra en un código en el que sin haber paredes que separen los camerinos, se perciben a la perfección, labor sin duda de los actores. Especialmente bien resuelto está el Concertante, muy gracioso y muy bien cantado, y uno de los momentos mas comprometidos de la función, que todo el elenco lleva a buen fin sin ningún tipo de problema. La obra está realizada con mucho cariño, mimadita hasta el tuétano, y que gracias al entusiasmo y al amor a la profesión de todos los componentes del elenco, consiguen una propuesta mas que digna, y muy valiente para los tiempos que corren. Plantear en una iniciativa privada un título fuera del repertorio habitual, es una declaración de principios en toda regla y una declaración de amor a la zarzuela.
La orquesta correctísima, dirigida por el Maestro Enrique García Requena, con mucho gusto, es pequeñita, pero para una obra de estas características está perfecta, suenan muy bien y muy matizados. El Maestro García Requena sabe darle el gracejo necesario a cada número para que funcione a la perfección. Control total sobre la orquesta y sobre los cantantes, conocer el género es lo que tiene. Algunos otros que han dirigido en grandes templos de la lírica han cometido mas de un " zarzuelicido" por no saber por donde van los tiros. Dirigir zarzuela es muy dificil, dirigirla bien, todavía mas
En resumen una propuesta estimable, y muy recomendable por dos premisas, la primera lo atractivo de ver un título tan poco habitual, y la segunda, disfrutar en directo de una producción realizada enteramente por profesionales del género, curtidos a golpe de escenario y que transmiten el amor por lo que hacen desde el minuto uno. Hoy en día hacer zarzuela y lirica en general desde el ámbito privado es un arte y practicamente un trabajo por amor al arte, se de lo que hablo, por tanto siempre que las cosas se hagan con criterio y dignamente, ahí estaré yo desde este rinconcito para apoyar el género que mas amo, y que durante tanto tiempo me dió de comer, y tantas satisfacciones artísticas me ha ofrecido. Viva la zarzuela!!!
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Lástima que tenga que ser debut y despedida.
ResponderEliminarEsfuerzos como este deberían tener continuidad, apoyo de la administración y recompensa digna para todos los que lo hacen posible. Quizá el aplauso y la ilusión terminen algún día por no ser suficientes.
Totalmente de acuerdo!!!
EliminarSiempre es de agradecer que alguien, que sin duda conoce nuestro género a la perfección, utilice su tiempo para valorar y analizar la labor de estos "últimos románticos" que somos los artistas que todavía hacemos Zarzuela. Demasiado preocupados estaban "El Pais", "El Mundo", "La Razón", "ABC", etc... del R.Madrid-At. Madrid o de fotografiar el escultural cuerpo de Ronaldo, como para poner una breve reseña en sus periódicos sobre una temporada de género chico en Madrid. Pero qué le vamos a hacer... Gracias por esta crítica buena hacia mi labor (¡por favor!, el día que no lo merezca, no dude usted en en escribir en sentido contrario, eso me hará crecer y esforzarme más...). Saludos. Enrique García Requena.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por sus palabras Maestro. Suscribo todo lo que plantea en su mensaje, y le aseguro que mientras haya zarzuela, ahí estaré yo para defenderla, por mucho que los grandes medios no se molesten ni en saber que existe. Un saludo!!!
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