Adoro el cuplé, si me seguís ya lo sabéis, lo adoro por varias cosas, la primera, su enorme dificultad, ya que una buena cupletista, debe ser actriz, cantante, y tener una gran consonancia con el público. El cuplé se debe cantar de forma intimista, afinado, sin tener una gran voz, pero sobre todo con mucha intención. El arte de la intención, y del doble sentido, es uno de los mas difíciles que existen, ya que si la cupletista se pasa queda vulgar, y si se queda corta, queda soso. Cantar e interpretar bien cuplé, es harto complicado, hay que ser muy artista para hacerlo como corresponde, y requiere un cuidado estudio de cada pieza, para dar la intención adecuada, en el momento preciso y que el espectador entienda sin caer en lo obvio, lo que las aparentemente inocentes letras esconden. El cuplé es mucho mas que picardía y frivolidad. Hay muchos tipos de cuplé, tristes, melancólicos, trágicos, muy verdes y otros desternillantes. El llevarlos a buen puerto es labor de la cupletista. Las cupletistas y el cuplé en general han sido muy denostados durante muchos años, hasta que la insigne Olga Ramos, lo reinventó y le dió la categoría que el género merece. Su hija Olga es digna heredera de su madre. Tiene lo mejor de ella, y un inmenso amor hacia este género. Conozco mucho su trabajo, y aprovechando que esta tarde le hacían un homenaje me acerqué al Teatro Prosperidad para disfrutar de buen cuplé, sonrisas y alguna que otra emoción. La cosa no me defraudó, pero es que, esta vez, iba a una baza segura. Conozco a la artista y conozco su arte, y sabía perfectamente lo que nos iba a ofrecer.
Olga María Ramos, tiene una serie de cualidades, que a mi me gustan mucho, la primera, la cuidadísima propuesta musical que ofrece. Olga mima el cuplé hasta convertirlo en pinturita, una pequeña obra de arte que ella desmenuza, con una musicalidad perfecta, un estudio impecable de lo que la pieza dice, y una gran elegancia sobre el escenario. Está ofreciendo un espectáculo que se llama Del Cuplé a La Revista. Se trata de un concierto que empieza con lo mas frívolo del género, avanza hacia un bloque mas centrado en el madrileñismo, para continuar con una parte mas melancólica y finalizar con dos números de revista. la selección del repertorio es perfecta, ni sobra ni falta nada, cada interpretación está aderezada con historias sobre la pieza e historia del cuplé. Olga no solo es cupletista sino también cupletóloga y la persona que mas sabe del género en todo el Mundo, por tanto el concierto además de música es toda una lección de cupletología, muy amena e interesante, que gracias al gracejo natural de la artista se hace deliciosa para el espectador, que además de disfrutar de buena música, sale entendiendo mas el género y lo que significa.
El concierto fue magnífico. Olga se encuentra en un momento vocal fantástico, y su evolución a pesar de su enorme experiencia es continua. Se nota que sigue estudiando las canciones y los matices que debe dar en cada pieza. Siempre sorprende, siempre encuentra uno algo nuevo y siempre está esa frescura que solo dan aquellos que realmente aman su trabajo. La parte frívola, graciosísima, con los apartes que tanto deleitan al respetable y la necesaria participación del público, algo de lo que Olga sabe mucho. La parte madrileña soberbia. Mantengo que nadie canta el chotís como Olga, es única en ello, y escucharla es una gozada, desprendiendo " casticidad finústica" como ella misma diría, sabe muy bien lo que se hace, y así se refleja en su trabajo. La parte mas emotiva del concierto fue cuando cantó a dúo con Agustín Lara," Farolito", gracias a la técnica pudimos tener con nosotros la voz del fallecido compositor que tanto amó Madrid y que nunca lo conoció. Otro momento muy especial, fue escuchar la última grabación de su madre Olga Ramos con 86 años cantando impecablemente, y que Olga María remató de forma magistral. A título personal , he de decir que para mi fue especialmente emotivo cuando me dedicó " La Yaya" ya que mi abuela falleció recientemente, y Olga que lo sabía tuvo la delicadeza de pensar en mi en ese momento, a pesar del gran número de amigos que se encontraban en la sala. Finalizó el concierto con el famoso pasodoble " El Beso" de la revista La Estrella de Egipto, uno de mis favoritos, y como colofón el Banderita de Las Corsarias, tema injustamente politizado y que forma parte de la historia de nuestra música y de uno de los mas sonados éxitos en cuanto a revista se refiere. Olga jamás politiza este tema, y lo ejecuta con gran elegancia, tal y como se debe cantar, cosa que algunas otras no han sido capaces de hacer, convirtiendo este tema en un chimpún carente de emotividad , y lejos de la esencia de la canción en si.
Ver a Olga en directo es una gozada. Ofrece un espectáculo intimista, muy cercano y con mucha gracia. Hoy se encontraba entre amigos y se notaba, se sentía como en casa, muy a gusto, y completamente relajada. Cada tema que interpreta parece que se lo canta a cada uno de los espectadores, y de vez en cuando te atraviesa con su mirada, como diciendo... esto va para ti. Así se debe interpretar el cuplé y es la única forma en la que funciona, el Teatro Prosperidad por sus características es idóneo para este tipo de espectáculo, ya que la comunión artista- espectador es perfecta. Cada gesto o inflexión de la voz se aprecian a la perfección y eso en el caso de Olga María es muy importante. El trabajo musical que hay detrás de cada pieza es exquisito, y disfrutarlo tan de cerca da gusto. La afinación es perfecta y la voz muy adecuada para cantar cuplé, dulce, no estruendosa y muy pero que muy refinada. Sin duda la calidad musical de lo que Olga ofrece es de primera, y eso tratándose de cuplé se agradece infinitamente. Olga dignifica al cuplé, le da poderío y elegancia y derrocha amor y humor en todas sus intervenciones. Hija de músicos insignes porque no olvidemos que su padre era el estupendo compositor Enrique Ramírez De Gamboa " El Cipri" y su madre Olga Ramos no solo era cupletista, sino una maravillosa violinista concertino, algo que no muchos saben. Por tanto Olga María, lleva la música en las venas, y por tanto no solo es cupletista y cupletóloga, sino también una estupenda música.
Olga Está acompañada al piano por el estupendo pianista Pablo Jiménez, que sabe perfectamente en todo momento lo que Olga necesita, sin que ella tenga que pedirle nada. Se conocen mucho y se nota, están perfectamente conjuntados, siendo sin duda el trabajo de Jiménez estupendo, las da todas, con unos tiempos perfectos y sin el mas mínimo problema.
El concierto estuvo aderezado por la interpretación de dos escenas habladas de La Revoltosa por parte de los actores Montse Martínez y Angel Cercós, se trataba de la primera escena de Felipe y Mari Pepa, enamorados perdidos pero sin decírselo mutuamente por el orgullo de ambos, y de la escena de Gorgonia y Cándido, como cerrando un poco la historia de tantos matrimonios que al principio se adoran y años después están todo el día tirándose los trastos a la cabeza, sus dos intervenciones fueron muy divertidas y las dos escenas son un bomboncito que el respetable agradeció enormemente.
En definitiva una propuesta imperdible, para los amantes del género y para aquellos que no lo conocen, porque el cuplé enamora, desde el minuto uno, no se de nadie que no haya salido encantado después de disfrutar de una sesión de buen cuple. Hace un tiempo nombré a Olga " Pintora De Cuplés" porque cada cuple en su voz es una obra de arte que nadie como ella sabe dibujar. Gran dama del género, cercana, amable y que sobre todo derrocha arte por todos los poros de su piel. Olga María es historia viva del cuplé y gracias a ella, el cuplé recorre medio mundo, es conocido por otros pueblos y lo que es mas importante, es dignificado, cuidado y amado como tan dificil género se merece.
Añado en el lateral una de las creaciones que mas me gusta de Olga María. Doña Mariquita de Mi Corazón
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